El chiste de que el alcalde Gustavo Petro no tuvo tino cuando escogió como secretario de Gobierno a Asprilla hoy se está volviendo una realidad. Los concejales sienten que Guillermo Asprilla es peor de radical que su jefe Petro y que no tiene la menor intención hacer un acuerdo ni de mantener una interlocución con los miembros del cabildo. La acusación hecha por Asprilla hoy a los medios, cuando se estudia del plan de desarrollo, de que el proyecto político del alcalde afecta intereses y estructuras de personas que han hecho del usufructo del Estado parte de su crecimiento patrimonial puso a más de un concejal furioso porque se sintieron aludidos. Muchos le exigieron revelar los nombres de los concejales que están enriqueciendo su patrimonio con las arcas del Distrito. Al secretario de desarrollo tampoco le fue bien por estar haciendo las mismas afirmaciones. Lo cierto es que no hubo debate del plan de desarrollo y no hay buen ambiente para aprobarlo. Algunos concejales han afirmado que la iniciativa es pobre, no tiene mayores cambios y no soluciona el problema de movilidad ni seguridad. Aseguran que incluye el metro ligero sin un sólo estudio que lo sustente. Así que las relaciones no son las mejores y esta por verse como endereza Asprilla esta situación con el Concejo.