Las dos guerrillas colombianas duplicaron sus ataques terroristas el año pasado, según el informe del departamento de Estado que acaba de hacerse público. Si en el 2011 cometieron 472 atentados, en el 2012, entre los meses de enero y octubre, periodo que recoge del informe, fueron 716.
Y la tendencia no parece que decrezca este año, en especial en los últimos días en los que las FARC y el ELN se han lanzado a una orgía sangrienta que ha costado ya la vida a una veintena larga de policías, militares y civiles. Esta misma semana las FARC asesinaron a tres soldados en el departamento del Meta y aparecieron muertos, con tiros de gracia, cuatro civiles en un múltiple crimen atribuido a la columna Jacobo Arenas de dicha banda terrorista en el Cauca, la región donde el lunes mataron al capataz de una finca y a su hijo porque los dueños no pagaban el impuesto revolucionario, y en la que ayer jueves segaron la vida de un soldado, hirieron a otros tres y atacaron dos veredas.
«A pesar de su importante éxito en su campaña contra las FARC y el inicio de conversaciones de paz, Colombia inició un año de aumento de la actividad terrorista en 2012», reza uno de los apartes del reporte norteamericano, realizado con bases de datos de las autoridades colombianas.
Señala que el número de guerrilleros muertos o capturados por la fuerza pública creció en un 11 por ciento, mientras que el aumento en desertores fue del 53%, circunstancia que podría deberse, dice el estudio, a «la implementación de un plan contrainsurgencia en junio y el anuncio en septiembre de conversaciones de paz entre gobierno y FARC».
Antes de la última racha de asesinatos del mes de mayo, Alfredo Rangel, director del Centro de Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda, le indica a ELMUNDO.es que «hubo un incremento en los atentados a la infraestructura económica del país al tiempo que disminuían los ataques contra la fuerza pública». También señala que las FARC y el ELN llegan a acuerdos puntuales para que sean éstos últimos los que se atribuyan atentados de los primeros, que son los que están sentados en la Habana negociando una salida política al conflicto.
Precisamente sobre el curso de las conversaciones en Cuba, Rangel no cree que vayan a sufrir de manera significativa las consecuencias de la pelea que Nicolás Maduro emprendió contra Juan Manuel Santos por la visita de Henrique Capriles a Casa Nariño. En parte porque considera que ambos Gobiernos cerrarán pronto las heridas y en parte porque las Farc siempre se han considerado independientes de cualquier gobierno y aunque en Venezuela tengan su santuario gracias al chavismo, el proceso posee una dinámica propia.
Fuente: ElMundo.es