Según la Resolución de Poderes de Guerra, por la cuál el presidente Donald Trump cobija sus ataques a embarcaciones en el Caribe, el Pacífico y su despliegue militar, al cumplirse 60 días desde el inicio es necesario una autorización del Congreso para continuar con sus acciones militares. Ese plazo termina hoy.
¿Qué es la Resolución de Poderes de Guerra?
Es una ley del Congreso de Estados Unidos, aprobada en 1973, que limita el poder del presidente para enviar tropas al extranjero sin la autorización del Congreso.
El Presidente debe consultar con el Congreso antes de enviar tropas a una situación de hostilidad o inminente hostilidad, siempre que sea posible. Sin embargo, si el Presidente envía tropas sin aprobación previa, debe notificar al Congreso en un plazo de 48 horas.
Las fuerzas armadas no pueden permanecer desplegadas más de 60 días – más 30 días adicionales para la retirada – sin autorización explícita del Congreso. Esto significa que el Presidente no puede mantener tropas en combate indefinidamente sin el consentimiento legislativo.
¿Qué pasa en el caso del Caribe?
Cuando el presidente introduce a las fuerzas armadas de su país en “hostilidades” o en una acción bélica sin una declaración de guerra o una autorización específica del Congreso, inicia a correr el plazo de 60 días.
Ese tiempo se activó el 4 de septiembre, debido a que ese día el presidente Donald Trump le notificó al Congreso sobre su primer ataque a una embarcación en el Caribe, asegurando que EE.UU. se encuentra en un conflcito “no internacional” con los carteles de droga.
¿Qué pasará ahora?
Si las autorización del Congreso no se emite, el Legislativo puede exigir la retirada de las tropas si considera que el despliegue no está justificado y le daría 30 días más para ejecutar esa retirada.
Pero, el gran obstáculo sigue siendo el cierre del Gobierno, pues en la práctica muchas actividades del Congreso están paralizadas por el cierre que empezó el 1 de octubre.
La Cámara de Representantes no ha estado en sesión desde el 19 de septiembre y el Senado ha tenido sesiones de votación, pero no está funcionando a capacidad plena.