«Habrá una tercera intifada. La habrá porque es algo natural, cien por cien natural. Si provocas violencia, tendrás una intifada». Isra Almodallal es la portavoz del gobierno de Gaza, en poder de Hamás. Cree firmemente en su pueblo, Palestina, y la posibilidad de un tercer levantamiento contra el «invasor» le parece algo perfectamente normal.
«Ocurrirá. No sé cuando, pero ocurrirá, probablemente en la Franja Oeste (Cisjordania), no en Gaza. Tendrá lugar allí porque en Gaza no hay soldados palestinos, sólo en la frontera, pero en Cisjordania sí». «No puedes esperar que la gente no haga nada si le tratas mal, si no les respetas. Si quieres ser feliz, no puedes quedarte callado, tienes que luchar», defiende.
A raíz del secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes el pasado junio, las tensiones entre Israel y Palestina han escalado, provocando temores de un conflicto de mayor intensidad. Los últimos siete días han visto la peor violencia en meses entre ambos bandos, con más de 170 muertos y miles de heridos en el área de Gaza. El ejército israelí pidió la evacuación de la zona este domingo para continuar con su bombardeo.
Isra Almodallal tiene 23 años. El pasado mes de noviembre fue nombrada por la organización palestina Hamás como su portavoz, y se convirtió en la primera mujer en ocupar dicho puesto. Pero no se identifica como representante del grupo: es algo que niega tajantemente. Aún así, defiende firmemente su lucha. «No es un grupo terrorista. Es parte de la comunidad palestina. No soy de Hamás, pero los defendería, son seres humanos», declara.
Es la primera mujer en representar al grupo palestino, nacida en Egipto, fue criada en Gaza y en Bradford, Reino Unido, donde su padre estudió en la Universidad. Tras estudiar en una escuela inglesa, volvió a Gaza, donde realizó estudios universitarios de periodismo. Y, tras un breve periodo trabajando como periodista, pasó a ser representante del gobierno palestino de Gaza. «No soy Hamás. Soy una activista palestina que ama a su país», declaró cuando fue nombrada portavoz.
«Israel no podía terminar con Hamás»
Las recriminaciones entre ambos bandos se suceden, pero Almodallal no cree en la responsabilidad de Hamás en el conflicto. «Es un plan de Netanyahu, cuidadosamente estudiado. Ningún grupo palestino reivindicó el secuestro de los adolescentes judíos. Pero en vez de respetar sus palabras, comenzó a lanzar bombas, sin ningún respeto por nuestras vidas». Y apunta a otra teoría: «Israel no tiene nada que ganar, simplemente no podía terminar con Hamás, y por eso está haciendo estas locuras, por eso está matando a inocentes», recalca.
Según la portavoz, la culpa del escalamiento del conflicto es del estado judío, «Toda responsabilidad es de Israel. Sí. Tenemos todo el derecho del mundo a defendernos, tenemos derecho a la defensa propia. Nuestros cohetes están hechos a mano, no han matado a nadie, los daños que provocan no son nada». Hasta el momento, los ataques palestinos sólo han provocado daños materiales al otro lado de la frontera.
«Ellos son los terroristas»
La lucha, cree, está más que legitimada, «yo lucho con mi cámara, con mi cultura, con mi boli. Hamás lucha con armas. No todos los ciudadanos de Gaza son de Hamás, pero no es ningún crimen pertenecer a una organización de defensa propia. Ellos son los terroristas, ellos son los que están matando. Nosotros sólo nos estamos defendiendo. Es nuestro derecho. Y además, ¿cómo pueden ellos justificar matar a un niño? ¿Bajo que pretexto, bajo que ley pueden justificar matar a un niño?».
Este último punto, la muerte de niños, ha provocado que Israel denuncie el uso de ciudadanos como escudos humanos, entre ellos, menores, «para que mueran siendo santos». Algo que Almodallal niega intensamente «de las más de cien personas muertas, ninguna pertenece a Hamás. Ninguna. Son familias, ciudadanos normales, trabajadores del gobierno, pero no pertenecen a Hamás».
«Sólo Hamás tiene el poder de terminar el conflicto»
Pese a que Hamás no tiene el control del gobierno general de Palestina, sólo en Gaza, Amodallal cree que la solución a este conflicto pasa por la organización. «Cuando Hamás crea que es el momento de terminar, lo terminará, e Israel tendrá que admitir que ha perdido». «Hamás no tiene nada que perder», afirma rotuntamente.
Y no cree que la organización sea capaz de ceder en nada con tal de conseguir la paz. «Hamás es fuerte, Hamás no va a ceder, no va a abandonar su lucha», cuenta, «ahora han vuelto a ser un grupo de resistencia, ya no están en el gobierno (oficialmente, el gobierno palestino está liderado por Fatah, aunque Hamás controla Gaza), pero en el gobierno eran fuertes, conseguían pagar a todo el mundo, que todo funcionase. Ahora, con el asedio, el gobierno no puede pagar a más de 50.000 personas. En sus discursos en televisión siempre eran fuertes, decían que iban a ganar, que iban a mostrarle a Israel el infierno».
«No podemos volver a la paz»
Pero no cree en la paz. La paz es un deseo, un sueño de todo el mundo, asegura, pero como mucho se atreve a hablar de un alto al fuego. «¿Paz? No podemos volver a la paz. Como mucho podemos volver a una tregua», recalca «para conseguir esa paz, una tregua, serían necesarias más facilidades para los palestinos, que nos diesen de comer, que se rompa el asedio, que se liberen a prisioneros. No puede haber paz si ellos no cumplen con ningún acuerdo. No nos dejan pescar, liberan a prisioneros palestinos y luego los vuelven a detener. Habrá una tregua si se toman en serio los pactos».
«Todo el mundo quiere paz», asegura, «ninguna guerra puede tener beneficios». Y la culpa, vuelve a señalar, es del estado israelí: «Israel no deja a la vida entrar en Gaza. Ellos, los israelíes, son los que nos acusan de matar por religión, pero son ellos, los sionistas, los que matan por religión.»
«No siento pena por los Israelíes»
«No siento pena por los Israelíes. No, no siento pena, ellos alientan a su gobierno. Quiero que se vayan, que dejen de construir muros, que nos devuelvan nuestra tierra». La paz, explica, sólo puede pasar por una nación palestina. «Queremos que ambos bandos sean iguales. Israel cree que puede hacer lo que quiere, nos ataca, nos mata. Admitiré un estado de Israel cuando nosotros tengamos nuestro estado. ¿Cómo podemos formar parte de un proceso de paz, si no somos una nación? Quiero una nación, quiero un país.»
«Las personas aquí no saben lo que es la vida. No la conocen. Yo he vivido en Bruselas, en Inglaterra. Sé lo que es poder reclamar derechos, tener educación, tener un sistema sanitario, ser respetado. La gente aquí, si le pides que te describan qué es la vida, no sáben cómo hacerlo».
«Todos nuestros problemas actuales, nuestra crisis, todo es culpa de Israel. Mira lo que hemos conseguido bajo el bloqueo israelí. Mira lo que hemos conseguido en educación, en sanidad. No somos como otros países pobres. Trabajamos, podemos hacer de nuestro país un lugar mejor. Tenemos la fuerza, pero no podemos por la ocupación israelí».»Lo único que queremos es una oportunidad, pero Israel no nos deja».
El Mundo