Faltan unos pocos detalles para el regreso del hijo pródigo de la Unidad Nacional, el Partido Conservador, a las mieles de la bancada gobiernista, según algunos de sus militantes y analistas. Sin embargo, de manera oficial, se ha advertido que aún no se tiene contacto entre el Gobierno y la dirigencia conservadora.
Esto en razón de que si bien es cierto que la Unidad Nacional puede que le facture a los conservadores que no apoyaron en bloque la reelección del presidente Santos, esta colectividad tiene tanto poder en el Congreso que es casi imposible que no le den el oro y el moro con tal de que sume mayorías para el Gobierno.
Es por eso que hay dos escenarios que hay que tener en cuenta para saber cuál será la suerte de los conservadores. El primero, según el analista político Andrés Mejía Vergnaud es clave recordar que el Partido Conservador «casi siempre está con el Gobierno de turno desde que se volvieron un partido parlamentario sin vocación de dirigir al país. Un partido de maquinarias que pide a cambio burocracia y mermelada».
Además, lo primero que se tiene en cuenta cuando se empieza a edificar un Gobierno en Colombia, como en este momento lo hace Santos, es saber quiénes lo apoyaron en campaña para retribuirles. Ahí el Partido Conservador tiene las de perder, pero no del todo.
En contexto, vale recordar que esta colectividad tuvo candidata propia en las elecciones presidenciales, Marta Lucía Ramírez, y en la segunda vuelta apoyaron la candidatura de Óscar Iván Zuluaga. Eso es claro. Pero a la par, se vio a casi toda la bancada conservadora en el Congreso apoyando la reelección. Y esos son los congresistas que hoy tienen las de ganar y seguro mantendrán puestos en el Gobierno. Aunque en general, la imagen del partido quedó averiada con respecto a otras colectividades que hicieron parte de la Mesa de Unidad Nacional en Santos I y que abogaron por Santos II.
«Esos partidos de la Unidad Nacional están presionando para que a los conservadores les cobren el no apoyar de manera abierta a Santos, para poder quitarles peso burocrático y presupuesto: ministerios y mermelada», dijo Mejía.
PESO LEGISLATIVO
El otro tema que se tiene en cuenta cuando se pasa de la política para conseguir votos a la política para gobernar, es tener claro qué es lo que se quiere lograr. Gran parte de las metas del presidente dependen de la agenda legislativa que en los próximos días se le pasará al Congreso.
Pero con eso no es suficiente, también se necesita garantizar que esa lista de proyectos de ley se aprueben sin mayores controversias. Y en este punto es donde aparece el segundo escenario que tiene el Partido Conservador y en donde tiene las de ganar. Ya que si bien a los otros partidos oficialistas no les fue mal en las elecciones pasadas, se necesita mayor apoyo para garantizar mayorías que puedan cumplir con la agenda.
Por eso, no es extraño que, como indicó la representante y hoy senadora electa, Nidia Marcela Osorio, «los 10 senadores, 21 representantes, que estuvimos cerca al presidente Santos, le indicamos que nosotros tenemos que trabajar en bancada. Incluso hablamos con los congresistas que no apoyaron a Santos y están por completo dispuestos a hacer parte de la Unidad Nacional».
Sin embargo, según el presidente del Partido Conservador, Ómar Yepes, «aún no sabemos si el presidente vuelva a integrar la Mesa de Unidad Nacional. Y si la llegara a integrar, no sabemos si pretenda llamar al Partido Conservador en su totalidad o solo a quienes lo acompañaron en las elecciones. No hemos recibido ningún tipo de comunicado para tratar temas de partido con el Gobierno».
COLPRENSA