Obama declaró que habrá una «acción limitada» y fue crítico con la ONU

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En una breve declaración a la prensa en la Casa Blanca, Obama subrayó que la ausencia de una respuesta militar al ataque químico realizado la semana pasada cerca de Damasco constituiría «una grave señal de que las normas internacionales de seguridad no tienen sentido».

De acuerdo a un informe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos difundido previamente por el Secretario de Estado, John Kerry, en los ataques del pasado 21 de agosto fallecieron 1.429 personas, de las cuales 426 eran niños.

«No estamos considerando un compromiso militar indefinido. No estamos considerando el envío de tropas», precisó el mandatario demócrata en medio de la creciente expectativa mundial sobre la anunciada intervención militar en Siria, golpeada por un conflicto armado que mató más de 100 mil personas desde marzo de 2001.

Luego hizo hincapié en que Estados Unidos debe proteger las normas de seguridad internacionales y criticó la «incapacidad» del Consejo de Seguridad para actuar en el prolongado conflicto, donde la negativa de Moscú y Beijing impidieron hasta ahora consensuar una acción armada que esté avalada por el organismo internacional.

Obama reafirmó además la veracidad de las pruebas ofrecidas por su secretario de Estado, John Kerry, quien una hora antes aseguró ante los periodistas que el gobierno tiene evidencia «clara y convincente» de que el ataque químico ocurrido en las cercanías de Damasco fue programado por el gobierno de Bashar al Assad.

Según Kerry, esa es la conclusión a la que llegaron los servicios secretos estadounidenses tras analizar todos los hechos detalladamente, aunque el canciller subrayó que Washington no podrá desclasificar «ciertos detalles».

«No les voy a pedir que crean en mis palabras, sólo quiero que ustedes mismos lean el veredicto de nuestros servicios de inteligencia», dijo Kerry, que recalcó que «tres días antes del ataque, el personal que trabaja con las armas químicas estaba en la zona desde donde se dispararon los misiles haciendo preparativos».

También aseguró que «a los miembros del régimen se les proveyó de máscaras antigás por orden del propio Gobierno», en medio de una extensa enumeración de hechos que el secretario de Estado, John Kerry, consideró constatados.

El jefe de la diplomacia estadounidense hizo hincapié en que esta crisis «no será un nuevo Irak», en alusión a la controversia sobre la fiabilidad de las pruebas que justificaron esa invasión en 2003, que luego fueron desacreditadas, porque nunca fueron encontradas armas de destrucción masiva en el país árabe.

Sin embargo, en línea con lo ocurrido en aquel conflicto, Kerry afirmó que la ONU -cuyos inspectores regresarán mañana de Siria para entregar los resultados de sus investigaciones sobre el ataque químico- «no aportará ninguna información nueva» y que, en consecuencia, su país continuará con su proceder.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, informó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad sobre el trabajo de los expertos que investigan la denuncia del ataque perpetrado en Damasco la semana pasada.

La perspectiva estadounidense de actuar con independencia de este informe anuncia algunos costos en términos de aprobación ciudadana, sobre todo en Estados Unidos donde la oposición a inmiscuirse en el conflicto alcanza el 59%, pero también en Alemania, con el 58% en contra, y Francia donde si bien el 45% apoya esa intervención, sólo el 41% acepta la participación del país.

Las declaraciones de Obama y Kerry, en búsqueda de legitimar ante los estadounidenses y el mundo la inminente intervención contra Damasco, se producen luego que Francia respaldó la intervención militar y un día después de la negativa del Parlamento británico.

El presidente francés, François Hollande, se comunicó hoy telefónicamente con Obama y le dijo que comparte «la certeza sobre la naturaleza química del ataque y sobre la indudable autoría del régimen» sirio, según indicó el Palacio del Elíseo en un comunicado.

«Francia no dejará impune este crimen y siente la misma determinación que del lado de Obama», indicaron fuentes del entorno de Hollande, según medios locales.

El primer ministro británico, David Cameron, en tanto, dijo que habló hoy por teléfono con Obama, tras el voto negativo del Parlamento sobre Siria y que las relaciones entre ambos países son normales.

El gobierno sirio, que asegura que el ataque con armas químicas lo hizo la oposición, trasladó hoy a Ban su rechazo a «cualquier informe parcial» de la ONU antes de que sus expertos cumplan con su misión en Siria y pidió que visiten las zonas en las que sus soldados se vieron afectados por gases tóxic

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