De alianzas y fanatismos

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El Ojo del Halkón

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 12 de agosto RAM_ Hoy mirando los diarios mundiales y los noticiarios internacionales, además de las noticias nacionales me quedé como Condorito, “plop” y me quedé como Condorito porque el mundo quiere guerra o quiere enfrentamientos para imponerse los unos a los otros.

No es de extrañarse sobre la posición del presidente Trump en cuanto a los casos de Corea del Norte y Venezuela, porque desde un comienzo de su mandato, por no decir desde la campaña presidencial anunció que no se quedaría quieto en poner en orden lo que amenazara a la seguridad de la región, el continente y su país, y se puede decir que lo está cumpliendo aunque por el momento sea en palabras, lo que se puede traducir en hechos de un momento a otro.

Colombia tembló y no se pudo aguantar la actitud del coloso del norte y dicen que otra debe de ser la salida para la gran crisis que agobia al pueblo bolivariano, como consecuencia de un mal gobierno y de quienes están acabando con la gran riqueza del pueblo de Bolívar.

Luego vemos que en Ecuador también se presentan problemas y parece que el gran protegido de Rafael Correa y su gobierno le están dando la espalda al ex mandatario y ahora lo bloquean en sus aspiraciones presidenciales para la próxima contienda electoral y se queja él mismo que lo están inhabilitando como ciudadano que tiene derechos al respecto.

No se entiende la actitud de los gobernantes y de las gentes que maneja la política nacional e internacional, no pueden olvidar el pasado; aunque dice un adagio popular que pasado no perdona y que cobra todo lo que se ha hecho, pero así no son las cosas, decían los abuelos que era mejor un mal arreglo que un buen pleito para bien de las partes en conflicto.

Así las cosas, no se ven muy bien a nivel continental y mundial, en donde la economía y los asuntos políticos hacen tambalear la credibilidad de algunos gobiernos en el mundo.

Volviendo a Colombia, quiero hacer la pregunta del millón y quien me la responda se va a llevar el premio más grande en caso de acertar en su respuesta.

¿Ven ustedes posible una coalición entre Álvaro Uribe Vélez y Germán Vargas Lleras?

Diría yo que de esto hacerse realidad sería un verdadero milagro y no solo la noticia del año, sino la noticia del siglo para Colombia y Latinoamérica.

Álvaro Uribe apoyó a Juan Manuel Santos para que llegara a la Casa de Nariño y lo apoyó con un interés muy claro y fue de continuar en el gobierno y no sentir la orfandad de poder que se siente cuando ya ha pasado el periodo presidencial; pero su aventajado alumno le salió más fuerte y hábil que su profesor e impuso sus ideas y no tuvo en cuenta las enseñanzas y propósitos de su tutor, pues algunos dijeron desde un comienzo que Santos sería el títere de Álvaro Uribe, eso suena mal y feo, pero si no hizo lo que Uribe quería y por eso es que los actuales seguidores del ex mandatario califican al mandatario en funciones como traicionero.

Uribe al verse “engañado” o que se le salió de las manos Santos, se dio a la tarea de bloquear todo lo del mandatario, así sea bueno o malo, porque el mismo ex mandatario ha dicho en más de una oportunidad que no está en contra del proceso de paz; pero si en la manera como lo ha adelantado Juan Manuel Santos.

Dicen los que conocen más de cerca a Germán Vargas Lleras que se pelea con él mismo y hasta con su propio espejo, por lo que no lo veo sentado en un diálogo con el ex mandatario paisa recibiendo órdenes y haciendo lo que éste le ordene.

Le hemos notado su rebeldía, le pegó un coscorrón a uno de sus guardaespaldas, un regaño público al director de su partido, por éste haber salido a decir que le darían el aval para su campaña presidencial y muchos de los periodistas le tienen respeto, aunque él dice (Germán Vargas) que es de carácter fuerte pero no de mal genio.

Sabemos que es un gran trabajador y que le pueden unir cosas a Uribe Vélez como es el de cobrar a las FARC lo que han hecho en sus vidas, por eso es que en los mentideros políticos y en el Congreso se ha llegado a decir que Germán Vargas Lleras no está muy contento con lo que tiene que ver con el proceso de paz aunque él veladamente le ha dado el respaldo por medio del presidente Santos.

En la tarde de este sábado, antes de escribir esta columna leía algunas opiniones salidas desde el Centro Democrático y Cambio Radical en donde dicen que ven muy difícil una alianza entre Vargas Lleras y Álvaro Uribe para evitar la victoria de la izquierda en las próximas elecciones, unos dicen que es muy temprano para hablar de alianzas y que lo que hay que tener en cuenta es que puede ser un punto de distanciamiento el que Cambio Radical ha respaldado el proceso de paz con las FARC.

También se discute la idea que cada uno quiere lanzar a su gente en las elecciones legislativas y tener sus candidatos que puedan hacer lo que es el plan de gobierno de sus respectivos jefes.

Por parte del uribismo han insistido que de haber alianzas deben de ser con quienes no han tenido que ver con el Gobierno y menos que hayan aprobado nada que tenga que ver con el proceso de paz en la manera que lo ha manejado el presidente Santos.

La gran especulación de esta alianza se dio simplemente porque como lo dijo el mismo ex presidente Uribe, se encontraron de paso él y German Vargas Lleras y se saludaron, y los periodistas políticos encontraron el título adecuado para anunciar gran alianza entre Uribe y Vargas Lleras para las elecciones del 2018, lo que vemos que no es verdad y al mismo tiempo no viable por las razones que he expresado anteriormente.

Los asistentes a la asamblea de la ANDI en la ciudad de Cartagena se quedaron de una pieza al escuchar las declaraciones del ex procurador Alejando Ordoñez en un conversatorio en el que participaron los pre candidatos actuales a la Presidencia de la República 2018.

Creo que hasta las aguas cálidas del mar Caribe en La Heroica quedaron frías al escuchar decir a Ordoñez que está dispuesto a dar su vida para evitar que las FARC lleguen al poder. De verdad Ordoñez sigue demostrando que es un fanático de raca mandaca, primero quemó libros de García Márquez, luego puso contra la pared los proyectos de ley presentados en el Congreso que tenían que ver con la actividad ciudadana y derechos de las personas, porque no respetó que Colombia es un país laico y no religioso, y se puede comparar con lo que está haciendo el director de Teleamiga quien se ha enfrentado abiertamente al papa Francisco por tratar de abrir sus espacios para el bien de sus creyentes y de quienes practican otras religiones o simplemente no creen en Dios.

Ordoñez calificó como un escenario de impunidad y un matrimonio entre el Ejecutivo y las FARC que tarde o temprano creará un caos y un desequilibrio institucional.

El ex procurador tiene la mente cerrada y no solo cree que debe de hacer respetar sus ideas sino desconocer lo que los otros dicen. Se mostró orgulloso de estar recorriendo el país y de concientizar a los ciudadanos para que no escuchen las propuestas de las FARC y evitar que éstos lleguen al Congreso de la República y a los altos cargos del Gobierno. Ordoñez tiene derecho a actuar libremente, pero su fanatismo es enfermo y en vez de ir presentando ideas y propuestas para solucionar los problemas del país, va sembrando el odio entre los que lo escuchan.

Creo que es un momento muy importante para Colombia, en donde el mundo le cree y en donde se ha tratado de salir de la crisis moral y económica por la que atraviesa el mundo y como decía el pasado 7 de agosto el presidente Santos, es el momento de dejar atrás los rencores y las envidas y buscar la unidad, no para derrotar unos a otros sino para buscar el bien del país; porque recordemos que la vida pasa supremamente rápido y tarde que temprano Álvaro Uribe pasara simplemente a ser un ex presidente y un ex senador, como le pasará a partir del 7 de agosto del 2018 a Juan Manuel Santos a quien quiero creerle que a partir de las 3 de la tarde del 7 de agosto  se vaya y le deje el espacio libre a la gente de su partido, a las nuevas generaciones y a quienes de ahí en adelante deben de tomar las riendas del país, respetando los resultados de una contienda electoral que esperamos sea limpia, llena de propuestas y de ideas y que nos ea una masacre política de odios y de lograr las cosas a la fuerza por intereses personales que no dejen al lado los intereses de todos y todos somos los que formamos esa sociedad colombiana sin mirar clases sociales ni razas ni credos.

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