Las Farc afirman que si de verdad se quiere acabar el narcotráfico lo que habría que hacer es legalizar el consumo

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La Habana, 18 de Mayo_ RAM_ “Si de verdad se quisiera acabar con el narcotráfico, sencillamente lo que habría que hacer es legalizar el consumo, desactivando así el ariete que eleva las ganancias del negocio”, afirma la guerrilla de las Farc a través de alias Carlos Antonio Lozada, uno de sus negociadores en La Habana, quien, sin embargo, nada dice sobre la implicación del grupo armado ilegal en el tráfico de narcóticos.

El cabecilla de las Farc saluda la determinación del presidente Juan Manuel Santos de suspender las fumigaciones con glifosato y afirma que se trata de “una decisión sensata, aunque tardía”.

Sin embargo, advierte que “nada ganamos si, como ya insinúan algunos, dejamos de usar el glifosato para reemplazarlo por otro veneno”.

En un escrito en la página web del grupo guerrillero, que titula “Acordemos un plan piloto de sustitución de cultivos”, Lozada señala que el debate abierto a raíz de la decisión, es igualmente positivo en la medida que involucra distintos sectores sociales y políticos, instituciones y personalidades de diferentes ámbitos del quehacer nacional, en un enriquecedor ejercicio de discusión, en torno a uno de los grandes problemas del país, como lo es la existencia de los cultivos de uso ilícito y la política antidrogas, que busca acabarlos”.

Reseña que de tiempo atrás, las Farc han mantenido una postura contraria al tratamiento militar que se le ha dado al problema de los cultivos de uso ilícito, por parte del Estado y los gobiernos de turno, pues subraya que por tratarse de un fenómeno claramente socio-económico, la solución a esta problemática debe contener esencialmente medidas económicas y sociales.

“Si de verdad se quisiera acabar con el narcotráfico, sencillamente lo que habría que hacer es legalizar el consumo, desactivando así el ariete que eleva las ganancias del negocio; pero ese tampoco es el asunto que deseamos tocar”, puntualiza.

Luego manifiesta que “más allá de rebatir los frágiles argumentos de quienes se han pronunciado anunciando el apocalipsis como consecuencia de la suspensión de las fumigaciones, lo que realmente deseamos es formular una propuesta que nos ponga en el camino de la solución definitiva del problema; pues nada ganamos si, como ya insinúan algunos, dejamos de usar el glifosato para reemplazarlo por otro veneno”.

Precisa que “teniendo ya firmado un acuerdo parcial sobre el punto 4 de la agenda que privilegia la sustitución concertada con las comunidades de los cultivos de uso ilícito, por qué no comenzar su implementación a través de un plan piloto, orientado desde la Mesa y con apoyo y asesoría de la comunidad internacional, para ser desarrollado en una región o un municipio, que además de manera simultánea puede ser complementado con otro acuerdo humanitario para la descontaminación de explosivos de la misma zona.

Igualmente pregunta: ¿No es esta una oportunidad de oro para que las partes demostremos con hechos nuestra irrenunciable decisión de avanzar en dirección a la terminación del conflicto? ¿Acaso puede haber mayor demostración de la voluntad de las partes de trabajar por el desescalamiento del conflicto, que desarrollar de manera concertada y conjunta, planes como el que proponemos?

Y concluye: ¿No es esta una buena manera de derrotar el escepticismo frente a las posibilidades reales de una paz con justicia social y desarrollo de las regiones?

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