¿A qué juega la Alcaldía de Bogotá en las protestas estudiantiles de las últimas semanas? Esa pregunta ronda desde hace unas semanas en el Gobierno Nacional y los estamentos de la Capital que no entienden cual es el papel de la alcaldesa sustituta, Clara López Obregón, sus Secretarias de Gobierno y Recreación y el Rector de la Universidad Distrital frente a las marchas y protestas de los estudiantes contra la reforma a la nueva Ley de Educación Superior.
Los bogotanos no entienden por qué la Secretaría de Gobierno autoriza 14 marchas por toda la ciudad en un sólo día, que prácticamente paralizan el tráfico capitalino y sin consideración alguna con el resto de ciudadanos y sus actividades. No entienden porque con recursos públicos del Distrito Capital. Es decir, de todos los bogotanos se está pagando el alojamiento y manutención de los estudiantes que vienen de fuera de Bogotá a participar en las marchas, mientras las calles están llenas de huecos, charcos y sin alumbrado público.
No entienden porque, bajo la figura de «invitado especial a la noche de las velitas» se pagará con dineros públicos la «visita» a Bogotá de Calle 13 la agrupación Puertoriqueña que apoyó públicamente el paro de las universidades públicas en la transmisión de los Grammys Latinos y anunció que vendría gratis a Bogotá en solidaridad con la protesta. Está bien que Calle 13 apoye a los estudiantes y que venga a Bogotá las veces que quiera. Lo que no está bien es que esos viajes se paguen con recursos de la ciudad.
A propósito del tema los bogotanos se preguntan si es lícito que con dineros públicos se esté patrocinando una protesta en contra del Estado. ¿Cuanto nos costará a los bogotanos la visita de Calle 13 uno de los conjuntos más famosos del momento en el mundo hispano? ¿Acaso la alcaldesa sustituta ya inició su campaña presidencial apoyándose en la popularidad que le dio reemplazar al Alcalde más inepto de la historia de Bogotá y colándose en las marchas estudiantiles y los bogotanos la tendremos que pagar de nuestro bolsillo?
