- La Canciller Holguín nos prometió una “Cumbre de Resultados”, Resultados no hubo.
- El Presidente Santos les dijo a sus colegas en Cartagena que estaban ahí para cambiar la realidad. Nada cambió. Nada de transformó
Por: Ricardo Galán.–
Al final no hubo declaración. Después de dar muchas vueltas y tratar sin éxito de evadir el tema, el Presidente Juan Manuel Santos, como vocero oficial de la VI Cumbre de las Américas, terminó por admitir la cruda realidad: no hubo acuerdo sobre lo fundamental.
Y aunque llovieron los mensajeros oficiales tratando de convencernos de que “en todas las cumbres siempre salen declaraciones tontas y vagas, pero en esta se discutió lo serio”, la verdad es que los resultados concretos que nos prometió la canciller, María Ángela Holguín en los días previos a la reunión de Cartagena no aparecieron.
De los tres grandes temas sobre los que se esperaba un pronunciamiento de fondo de todos los presidentes: Cuba, Las Malvinas y la política anti drogas, en dos primó la postura del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama: mientras Cuba no sea una democracia no tiene cabida y, sobre la revisión de la política antidrogas fue más enfático: “Mi pensamiento y el de mi gobierno es que la legalización no es la respuesta”.
Sobre el diferendo que enfrenta a Argentina con Inglaterra por Las Malvinas, ni una palabra. Tan elocuente fue el silencio que Cristina Kirchner le reclamó a Santos por haber olvidado el tema en su discurso central y prefirió anticipar su regreso a Buenos Aires.
Si aceptamos la tesis del Presidente Santos según la cual lo importante es que se hayan discutido los temas debemos concluir que La VI Cumbre fue un diálogo de sordos. Cada país llegó con su postura, la expresó en público y en privado, pero no la modificó. ¿Y entonces, para qué fue la reunión?
Según Santos, “Nadie esperaba que de aquí salieran acuerdos sobre Las Malvinas o Cuba. Nadie esperaba cambios inmediatos. Lo bueno es que se inició la discusión. Que no haya declaración no significa un fracaso.” Si eso es así entonces ¿cuales eran los resultaron que debíamos esperar?
Para ser justos, quizá en lo que más se avanzó, sin ser muy optimista desde luego, fue en la “revisión de la política anti drogas” que según Santos “se le ordenó iniciar a la OEA.” Ya sabemos en que paran los encargos a la OEA.
Tan flojos serán los resultados de la VI Cumbre de las Américas, que el Presidente y la prensa oficial le dedicaron más tiempo, énfasis y despliegue a las “cumbres” de empresarios, jóvenes emprendedores y actores sociales que a la Presidencial.
Santos, como vocero de la cumbre, terminó dándole gran peso a la declaración “vaga y tonta” sobre los 5 temas de la “agenda oficial” sobre la atención de desastres, la seguridad ciudadana, el uso de tecnologías de la comunicación en educación y salud, integración en infraestructura y erradicación de la pobreza. El mismo catálogo de buenas intenciones de todas las cumbres que intentan desprestigiar los mandaderos del Gobierno.
Entonces, ¿para qué sirvió la VI Cumbre de las Américas, Cartagena 2012? Eso aún está por verse. En todo caso no sirvió para lo que el Presidente, Juan Manuel Santos les dijo a su colegas que estaban en Cartagena: “Los presidentes y jefes de gobierno NO vinimos a esta cumbre para comentar la realidad, vinimos para transformar la realidad.”
Nada cambió. Nada se transformó.