Ella es Gabrielle Rodríguez Cubillos, protagonista del video más visto hoy en los países de América y quizás del mundo, que centra su mirada en el país anfitrión de la VI Cumbre de las Américas.
La niña, que nació en Bogotá, tiene ojos grandes, piel de muñeca y un frondoso cabello rizado, parecido a los de Carlos ‘Pibe’ Valderrama –emblema del fútbol cafetero- y de Carlos Vives, que internacionalizó el ritmo folclórico del Vallenato. Gabrielle heredó el cabello de su padre, oriundo de la caribeña ciudad de Santa Marta. Gabrielle tiene hoy en día 10 años y desde los cinco es modelo de comerciales, videos institucionales y protagonista de los sueños de sus padres. Quiere ser actriz y cantante de pop como Shakira o como la mexicana Julieta Venegas.
Gabrielle es muy consentida. Es la hija, nieta y sobrina única. Conoce, desde la cuna, el secreto para acaparar todas las miradas. La niña ama comer espaguetis con tomate y ceviche de camarones. También, habla con rapidez, baila e imita a sus cantantes favoritos. Ella, que refleja las culturas, sensaciones e historias de su país tiene un sueño: asistir a un concierto de la estrella musical Lady Gaga y conocer a Justin Bieber.
A Gabrielle no le intimidan las cámaras. Posa ante ellas sin temor. Tampoco tiembla cuando piensa que se enfrentará a un auditorio con 600 asistentes, entre ellos los 33 mandatarios de América. “Si estamos unidos, haremos una mejor América”, la traduce entre risas, como la unión de unos amigos que entre más cercanos encuentran la felicidad. Y sí, ésta es la fórmula para la prosperidad; la invitación de una niña a que los países de América abandonen sus diferencias y trabajen en la felicidad de sus pueblos.
El video inaugural de la VI Cumbre de las Américas fue producido por la Fundación Eco Planet, empresa dedicada a promocionar a Colombia a través de video e imagen fotográfica, dirigida por el argentino ‘Tono’ Rodríguez, quien cuidó cada segundo de la producción; necesitaba representar detalladamente cada sentimiento que despierta el paisaje colombiano y su similitud con los países de América. La musicalización sinfónica fue una secuencia de movimiento lograda por la productora de sonido Me Zuena a cargo de Daniel Medina.
Tono, el cineasta que conmovió a un auditorio abastecido de la pluriculturalidad de América, aseguró que Gabrielle era lo más semejante al arte, a la música y los bailes del continente. Las largas jornadas de grabación nunca rindieron a la protagonista, quien ante la presencia de la cámara transforma su cansancio en sonrisa y picardía.
Al final de la entrevista, Gabrielle se siente cansada, pero dice: “No tengo tanto sueño como cuando me levanto para ir al colegio; siempre le pido a mi mamá que me deje dormir cinco minutos más”.
Gabriel es una niña latinoamericana más. Infantes como ella representan los sueños comunes de un pueblo, de un continente, de personas que esperan, confiadas, en que la VI Cumbre de las Américas les abra las puertas para alcanzar la prosperidad y hacer de este continente un territorio de felicidad no solo para las generaciones actuales, sino para las futuras, las que representa Gabrielle.
Gabrielle escribe un autógrafo para los niños de las Américas. “Los quiero mucho, debo aprender a firmar más rápido”, dice entre risas, mientras hace la forma de un corazón.
Fuente: María Antonia Cárdenas – Prensa VI Cumbre de las Américas.