El mandatario guatemalteco está resuelto a continuar su combate por una nueva estrategia hacia las drogas, a pesar de la cerrada oposición estadounidense y delboicot de algunos de sus vecinos centroamericanos, convencido de que la guerra contra el narco fracasó.
El general retirado recuerda que cuando accedió a la Presidencia, en enero pasado, muchos pensaron que alguien como él, de derecha, iba a conducir a su país hacia «un combate frontal, que habría un baño de sangre».
Basado en su experiencia de combate a las drogas como director de inteligencia deGuatemala, 18 años atrás, sorprendió a todo el mundo y a los Estados Unidos en primer lugar cuando declaró que había que buscar vías alternativas.
La «guerra que hemos llevado durante los últimos 40 años no dio resultados, para decirlo con franqueza, la estamos perdiendo», aseguró a la AFP en una entrevista en Cartagena, Colombia, al margen de la Cumbre de las Américas.
«Mientras el mercado negro siga existiendo y los dólares y las armas sigan viniendo de los Estados Unidos, es imposible de ganar», subrayó.
Impertérrito ante los golpes recibidos, Pérez Molina, de 61 años, llevó a la reunión de jefes de Estado su propuesta de iniciar un diálogo a nivel continental, pero también a nivel mundial, para buscar nuevas estrategias contra la droga, que en su opinión deberían conducir a una despenalización del consumo y a la regulación del mercado de narcóticos.
El ex militar, que participó en la lucha contra las guerrillas en los años 80, no se dejó amilanar por el terminante rechazo de su par estadounidense. Barack Obama declaró en una entrevista publicada este viernes en varios diarios latinoamericanos que su país «no va a legalizar ni a despenalizar las drogas ya que hacerlo tendría graves consecuencias negativas en todos los países en cuanto a la salud y a la seguridad pública».
El mandatario guatemalteco le quitó dramatismo a la declaración y dijo que en el contexto de un año electoral, «Obama no va a innovar». «El tema del combate a las drogas es muy sensible allí», señaló y relató cómo la Embajada de Washington en su país intentó, 24 horas después de su propuesta, frenarla sin éxito.
Sin embargo, resaltó que «cada vez hay más conciencia entre funcionarios (estadounidenses), que no lo han expresado pero que nosotros sabemos que lo han discutido, sobre que es necesario buscar otras alternativas».
Estimó que si bien esta es una campaña a largo plazo, ya se registraron progresos. «En estos dos meses, después de rechazar contundentemente esto, empezamos a ver que los Estados Unidos están dispuestos a dialogar, aunque no a la despenalización», indicó.
Pérez Molina también logró fijar para este sábado una reunión con sus pares centroamericanos, al margen de la cumbre, tres de los cuales -los presidentes de El Salvador, Nicaragua y Honduras– boicotearon en marzo pasado, a instancias de Washington según denunció entonces, una reunión convocada por él en Antigua Guatemala para discutir su propuesta.
«Soy propositivo. Lo que pasó ya pasó, no vamos a seguir discutiendo sobre esos temas, por qué no llegaron, quién influyó… Ojalá podamos abrir ese diálogo conjuntamente», consideró.
Pérez dijo que «en Centroamérica la situación es muy delicada, la tasa de homicidios de Honduras es de las más altas a nivel mundial, igual que la de El Salvador», de 60 asesinatos por cada 100.000 habitantes en el primer país y más de 50 cada 100.000 en el segundo, detalló.
«Debemos entender como centroamericanos que no es tampoco pidiendo más recursos que van a llegar«, afirmó. Los Estados Unidos redujeron su ayuda de 100 millones de dólares a 86,2 para el año fiscal 2013. Y «hace 9 meses hubo una cumbre en Guatemala para ver esto (la ayuda para la lucha antinarcóticos), se comprometieron 3.000 millones de dólares y 9 meses después no se ha llegado al 10% que se ha acordado», recordó.
El mayor éxito de Pérez, hasta ahora, fue el respaldo entusiasta que le brindaron tres ex presidentes latinoamericanos: Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, Ernesto Zedillo, de México, y César Gaviria, de Colombia, que hace un tiempo propugnan rever la guerra antidrogas.
En un artículo de opinión publicado en varios diarios afirmaron que «en los últimos cuatro meses la discusión avanzó más que en 40 años», gracias en parte a la iniciativa guatemalteca y al apoyo de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Costa Rica, Laura Chinchilla. (Infobae)