La gran fiesta de la cumbre en el fuerte de San Felipe

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Cartagena (Colombia), 13 abr .- El imponente fuerte colonial de San Felipe de Barajas, desde el que se domina toda la ciudad de Cartagena y el mar Caribe, acogió hoy la fiesta de bienvenida a los participantes de la VI Cumbre de las Américas.

El anfitrión de la cumbre, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, llegó al lugar acompañado de su esposa, María Clemencia Rodríguez, y de la canciller María Ángela Holguín, cuando ya la fiesta había comenzado en la parte inferior de la fortaleza, que lucía totalmente iluminada para la ocasión.

Los Santos fueron recibiendo a sus invitados y sus comitivas uno por uno antes de pasar todos al lugar de la cena, cuyo menú se mantiene en secreto.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó el último, solo y sin guayabera, la prenda elegante y fresca del Caribe a la que recurrió la mayoría de los hombres, que se inclinaron por el color blanco, aunque algunos, como el mexicano Felipe Calderón, lucieron bordados de colores.

Obama vistió camisa blanca y chaqueta oscura.

Entre las invitadas, por el contrario, abundaron los atuendos en colores vivos, como el vestido bicolor en fucsia y coral de la primera dama colombiana.

El enorme dispositivo de seguridad que rodea esta cumbre, en el que participan casi 19.000 integrantes de la policía y de sus cuerpos especiales, se evidenció también en la fiesta.

Los participantes en las reuniones paralelas de la Cumbre y también los periodistas fueron invitados a la celebración, que se desarrolla simultáneamente en distintas zonas de la enorme fortaleza que los españoles empezaron a construir en 1533, tres años después de fundar la ciudad, en un lugar estratégico.

Desde el fuerte, llamado el «castillo» en Cartagena, se dominaba cualquier intento de invasión a la ciudad, ya fuera por tierra o avanzando por la Bahía de Cartagena desde el mar Caribe.

La fiesta está amenizada por grupos folclóricos, orquestas y artistas colombianos (versión Agencia)

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