Bogotá, 28 noviembre RAM_. El director de Medicina Legal, Carlos Valdés, indicó que las necropsias de los uniformados se hicieron de una manera rigurosa, para que puedan ser utilizadas como prueba de violación de Derechos Humanos ante tribunales internacionales.
Carlos Valdés, explicó que funcionarios de ese organismo y de la Fiscalía General estuvieron al frente de las diligencias forenses para esclarecer las causas de la muerte de los cuatro miembros de la fuerza pública que permanecían secuestrados por las Farc, desde hacía más de 10 años.
Los cuerpos de José Libio Martínez, Édgar Yesid Duarte, Elkin Hernández y Álvaro Moreno, fueron analizados por cuatro grupos de especialistas, conformados por médicos, balísticos, antropólogos, odontólogos, forenses, fotógrafos, entre otros.
Valdés dijo que serán los análisis de los expertos de Medicina legal en la necropsia, los que determinen la verdad sobre la muerte de los integrantes de la fuerza pública.
El director de Medicina Legal manifestó su solidaridad con los familiares del coronel Duarte Valero, del mayor Hernández Rivas, del sargento Martínez Estrada y del intendente Moreno
Este martes se celebrará una misa en la Catedral Primada de Bogotá en honor a los cuatro uniformados asesinados por la guerrilla.
El General, Edgar Vale, Inspector General de la Policía anunció que este martes habrá una misa a las 9:30 de la mañana como homenaje póstumo a los cuatro miembros de la fuerza pública muertos por las Farc.
El oficial dijo que el presidente Juan Manuel Santos asistirá a la conmemoración religiosa en el centro de Bogotá.
Posteriormente serán velados en un centro religioso de la Policía y en el Cantón Norte.
El General Vale añadió que están a la espera de que el Instituto de Medicina Legal entregue los cuerpos. Se espera que las exequias finales se realicen este martes en horas de la tarde.
Amnistía Internacional (AI) declaró que la ejecución por parte de las FARC de cuatro de sus secuestrados durante una operación militar, podría suponer un «crimen de guerra».
Los cuatro ejecutados, que llevaban en cautiverio entre 10 y 14 años, eran miembros de las fuerzas de seguridad de Colombia, y según el Gobierno colombiano tres de ellos recibieron un tiro en la cabeza y uno de ellos, dos tiros en la espalda.
Marcelo Pollack, experto en Colombia de Amnistía Internacional, dijo que «si se confirma que los cuatro rehenes fueron asesinados de la manera que se ha descrito, representaría un crimen de guerra».
Además, hizo un llamado para que las FARC traten de manera humana a todos los capturados de las fuerzas de seguridad, de acuerdo con las leyes humanitarias internacionales, y pidió que pongan fin a los secuestros de civiles.
En un comunicado, la organización humanitaria pidió hoy a las autoridades colombianas que se aseguren de que los responsables de estos crímenes responderán ante la Justicia.
En este sentido, AI recordó que el Congreso de Colombia debate reformas que podrían suponer que los miembros de grupos guerrilleros y de las fuerzas de seguridad no sean procesados por haber cometido crímenes contra los derechos humanos.