Estados Unidos llegará con las manos vacías de promesas a cumbre

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Los Presidentes de Guatemala, Nicaragua, México, Chile, Jamaica y Trinidad y Tobago fueron los primeros que llegaron ayer a Cartagena, Colombia, para participar mañana en la VI Cumbre de las Américas.

Todos llevan expectativas positivas sobre el desarrollo del cónclave, pero se considera que Estados Unidos llega con las manos vacías de promesas.

El presidente estadounidense Barack Obama arribará esta noche a Cartagena para reunirse con 32 homólogos, donde deberá sortear dificultades que abarcan la propuesta de regular la producción, el tráfico y el uso de drogas hasta ahora ilegales y los posibles reproches por la marginación de Cuba del encuentro.

Esta será la segunda Cumbre de las Américas en la que participará Obama, pero lo hará con mucho menos carisma y con delicados escollos diplomáticos; por ejemplo, esquivar las críticas de países como Centroamérica por el poco apoyo que brinda Estados Unidos para la guerra contra el narcotráfico.

El mandatario hondureño Porfirio Lobo Sosa, presidente pro témpore del Sica (Sistema de Integración Económica), que llegará esta tarde a Colombia, convocó para mañana, unas horas antes de arrancar los actos de la cumbre, a los gobernantes miembros para consensuar una posición respecto al combate contra el narcotráfico.

No hay consenso

Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala, dijo que propondrá las nuevas rutas para luchar contra este delito y lograr un acuerdo y planteará en el seno de la cumbre su propuesta de despenalizar las drogas.

Aunque la despenalización del narcotráfico no está en el temario oficial de la cumbre, la propuesta encabezada por Pérez Molina es uno de los aspectos que más atención han generado en el encuentro presidencial, cuando la violencia relacionada con el crimen organizado azota intensamente a México y América Central.

Obama ha sido el primer Presidente norteamericano en asumir abiertamente la responsabilidad de su país en el narcotráfico internacional porque el consumo doméstico de las sustancias ilícitas representa una buena parte de los ingresos que perciben los carteles.

Pero Washington se opone rotundamente a cualquier despenalización, aunque está dispuesto a debatir el asunto en Cartagena y escuchar los argumentos.

Dan Restrepo, responsable para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que Obama recordará los deberes de todos los países de la región. “No hay consenso para una legalización”, dijo.

“Estados cómplices”

Ramón Custodio, titular del Conadeh (Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras), expresó ayer que si se legaliza la droga, los Gobiernos se convertirían en cómplices de los narcotraficantes.

“Hablar de legalizar el uso de la droga es volver a los Estados cómplices y partícipes de los delincuentes que tienen muchas cuentas que dar por todo el daño que le hacen a la persona humana”, indicó Custodio.

El comisionado agregó que el consumo de la droga daña irreparablemente a las personas en lo moral y en lo físico.

El ombudsman hondureño indicó que el incremento de muertes en el país está relacionado con un aumento en la actividad del crimen organizado y el narcotráfico.

Custodio exhortó a los Presidentes de Centroamérica a combatir de forma prioritaria y eficaz las acciones del crimen organizado que agudizan la violencia.

Obama, menos popular 

“El nivel de popularidad del presidente Obama está muy encima de cualquier otro Presidente de la región, en todos los países”, aseguró Arturo Valenzuela, responsable de la diplomacia estadounidense hacia América Latina entre 2009 y 2011.

Ciertamente, las relaciones son hoy en día cordiales y libres de antagonismos del pasado, pero también parecen carecer de vigor y rumbo, consideró el centro Diálogo Interamericano.

Obama quizás es popular entre los latinoamericanos, pero parece serlo ya mucho menos entre sus homólogos con los que departirá durante la cumbre.

Buena parte de los gobernantes centroamericanos se desesperan por la violencia sin fin de la guerra contra las drogas, sin resultados claros a la vista y con una ayuda oficial estadounidense que amenaza con disminuir regularmente a causa del Congreso.

Otros, como la brasileña Dilma Rousseff, prefieren mantenerse a prudente distancia de una potencia que a ratos solo parece estar interesada en oportunidades fáciles, como el petróleo en aguas profundas, que liberaría a Washington de la molesta dependencia de Venezuela.

Estados Unidos ve a América Latina como una tierra de oportunidades, pero al mismo tiempo sigue imperando la visión de que debe seguir ayudándose ella misma para resolver los problemas de pobreza extrema, inequidad y reformas.

Retorno de Cuba

En la agenda de la VI Cumbre de las Américas está una reunión a puerta cerrada que tendrán la mañana del domingo los 33 mandatarios del istmo, en la que se espera que hablen no solo de drogas, sino de la solicitud de varias naciones para que Cuba comience a participar en la próxima edición del encuentro hemisférico de alto nivel y que llevó al mandatario ecuatoriano Rafael Correa a ausentarse en protesta.

Estados Unidos condiciona la asistencia de Cuba a su cumplimento de la Carta Democrática Interamericana. El presidente colombiano Juan Manuel Santos repitió que espera que la VI Cumbre de las Américas sea la última a la que Cuba no asista.

“No tengo una bola de cristal para predecir el futuro. Espero que sea la última cumbre sin Cuba y que podamos avanzar y tender puentes, unos puentes efectivos para que esta sea la última cumbre sin Cuba”, dijo el mandatario en el Museo Naval de Cartagena, que sirve como centro de prensa para la cumbre.

Santos agregó que Estados Unidos y Cuba deben acercarse y ajustar su relación y está dispuesto a colaborar.

Los asuntos centrales que tratarán los Presidentes son la integración física de las Américas, el acceso y la utilización de nuevas tecnologías, la prevención ante desastres naturales, la seguridad y la reducción de la pobreza y desigualdad, todos propuestos por Colombia.
Debaten declaratoria final

Ministros y representantes de 33 países americanos se reunieron ayer en Cartagena para ultimar la declaración final de la VI Cumbre de las Américas, que este domingo será suscrita por los jefes de Estado y de Gobierno del hemisferio.

Hoy, en vísperas del primer encuentro de trabajo de los jefes de Estado y de Gobierno, los cancilleres se reunirán con los grupos representados en la Cumbre Social de las Américas, en la que participaron indígenas, jóvenes empresarios, sindicalistas y grupos sociales.

Las recomendaciones de esa Cumbre Social serán recibidas hoy por los cancilleres, que luego las incorporarán a los documentos que los jefes de Estado y de Gobierno examinarán entre mañana y el domingo.

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