Por Ricardo Galán
Cada que se conocen los resultados de las pruebas Pisa que ponen en evidencia la pésima calidad de la educación básica en Colombia, nuestra flamante ministra de Educación, María Fernanda Campo se rasga las vestiduras, anuncia nuevos planes para corregir deficiencias y anuncia medidas urgentes para capotear emergencia. Calmada la tempestad los hechos son a otro precio.
El gobierno y su Ministra de Educación acaban de suspender la evaluación de los maestros colombianos, dándole gusto a una vieja aspiración de Fecode, el sindicato de los maestros, a cambio de que levante un paro nacional y les encimó dos bonos: aumento de sueldo y mejoras a su sistema de salud.
Que los maestros ganen más, válido. Que tengan un mejor servicio de salud, de acuerdo. Pero que rehuyan la evaluación para ocultar su incompetencia para enseñar y mejorar la calidad de la educación que imparten a nuestros niños va contra vía de lo que esperábamos los padres de familia y exigen los organismos internacionales como la OCDE.
Pero claro, ¿A quién diablos le importa la calidad de la educación, si en la última semana de campaña por la reelección del presidente candidato, hay paro de maestros? No se pueden tener a las familias desesperadas porque sus hijos no van al colegio justo cuando van a decidir por quien votar.
El paro se levanta cueste lo que cueste fue la orden presidencial, la calidad de la educación de los niños colombianos, nuestros hijos, puede esperar.
Definitivamente revivir la reelección fue una mala decisión. Una pésima decisión. Lo colombianos deberíamos responder igual y decirle a Juan Manuel Santos: “Señor Presidente su reelección puede esperar”.
PD
¿Se acuerdaN que dijo el Presidente Juan Manuel Santos, ante la última entrega de resultados de las pruebas Pisa que nos dejó en el último lugar entre los países analizados?
“Qué bueno que hayamos quedado de últimos en las pruebas Pisa”, Santos
http://www.las2orillas.co/que-bueno-que-hayamos-quedado-de-ultimos-en-las-pruebas-pisa-santos/