El presidente de Estados Unidos se reunió este martes con el jefe de la oposición siria, anunció la Casa Blanca en un comunicado. Obama se unió a un encuentro entre Jarba y la consejera de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice, precisó el escrito.
Obama y Rice «repitieron que Bashar al Assad perdió toda legitimidad para dirigir Siria y no tiene un lugar en el futuro» del país, según la presidencia estadounidense.
El mandatario «saludó el acercamiento constructivo» de la coalición de la oposición siria y llamó a instalar un gobierno «representativo de todos los sirios».
La Casa Blanca aseguró también que Jarba agradeció a Estados Unidos por la «ayuda no letal estadounidense que alcanza los u$s287 millones».
El comunicado no hace mención al pedido formulado con insistencia por Jarba desde su llegada a Estados Unidos la semana pasada: suministro de armas antiaéreas para combatir el régimen de Assad.
Según el comunicado, la reunión de este martes se centró en «los riesgos que representa el extremismo creciente en Siria» y la «necesidad de luchar contra los grupos terroristas en cada bando».
Una renuncia anunciada
El encuentro entre Obama y la oposición se llevó a cabo en momentos en que el mediador de Naciones Unidas y la Liga Árabe en el conflicto en Siria, Lajdar Brahimi, renunció a su cargo después de cerca de dos años de esfuerzos infructuosos para poner fin al conflicto.
La dimisión de este diplomático no fue una sorpresa. Era esperada desde que afirmó que la elección presidencial del 3 de junio en Siria y la prevista reelección del presidente Bashar al Assad marcarían el fin de sus esfuerzos.
«Es con profunda tristeza que (…) decidí aceptar el pedido de Brahimi de dejar su cargo el 31 de mayo de 2014», dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon de pie junto a Brahimi en la sede de la ONU en Nueva York, agregando que todavía no eligió a su sucesor.
Brahimi se manifestó «muy triste de abandonar su puesto, y a Siria, en una situación tan mala», al tiempo que Ban fustigó al régimen y la oposición del país por «haber fracasado» en la búsqueda de una solución para el conflicto, que ha dejado miles de muertos.
Ban pidió a las partes en Siria que «una vez más piensen en su futuro», y dijo que Naciones Unidas está allí «para ayudar». «No fuimos capaces de hacer progresos hacia una solución política del conflicto», reconoció.
«Pensé que podríamos llegar a un resultado pero, debido a las divisiones, no pudimos hacer ningún progreso en tres años» de conflicto, deploró el secretario general.
De visita en Washington, el jefe de la diplomacia francesa Laurent Fabius acusó por su parte al régimen de Assad de haber utilizado armas químicas -especialmente cloro – en varias oportunidades este año.
«Tenemos testigos creíbles del uso, al menos 14 usos… de agentes químicos desde octubre de 2013», dijo Fabius en conferencia de prensa.
Misión «casi imposible»
La salida del diplomático argelino deja a la ONU sin mediador. Y aparentemente sin estrategia de recambio. Ban, quien rindió homenaje a la gran «paciencia y perseverancia» de Brahimi en una misión que calificó de «casi imposible», reconoció que precisaba «tiempo para encontrar a la persona que convenga».
«Tendremos que pensar muy seriamente en una línea de conducta», añadió.
Por su lado, Brahimi se reunió luego con los 15 países miembros del consejo de Seguridad de la ONU. Y a la salida, llamó a «no bajar los brazos» argumentando que la situación en Siria es «muy difícil, pero no desesperante».
El mediador aseguró que «el comunicado de Ginebra permanece en el centro» de los esfuerzos de paz.
Este texto prevé una transición política pero el gobierno y los rebeldes no lograron acordar los medios para aplicarlo.
El representante de la ONU de la Coalición Nacional Siria, Najib Ghadbian, subrayó que «compartía la frustración» de Brahimi, al deplorar la falta de «una presión internacional concertada».
Brahimi asumió el 17 de agosto de 2012 como mediador en Siria en reemplazo de Kofi Annan. El diplomático argelino logró organizar un cara a cara inédito entre el régimen y la oposición de Siria en Ginebra a comienzos del año, pero a pesar de su determinación las negociaciones fracasaron tras dos rondas de diálogos.
Siria acusó a las Naciones Unidas de «obstaculizar» estas negociaciones. «La ONU y su emisario Lajdar Brahimi, que es parcial y no un mediador honesto, obstaculizan las negociaciones de Ginebra 2», declaró en abril un responsable del ministerio sirio de Relaciones Exteriores.