Conchita Wurst, el barbado austriaco gana Eurovisión 2014

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El travesti «barbudo» austriaco Conchita Wurst ganó este domingo de madrugada en Copenhague el festival de Eurovisión 2014 con su canción «Rise Like A Phoenix».

Detrás de este personaje, que ha suscitado polémica y hostilidad sobre todo en algunos países del este del viejo continente, se esconde Tom Neuwirth, un cantante de 25 años de edad, que conquistó al público europeo de 37 países no sólo por su extravagancia, sino también por su evidente talento musical.

Su victoria fue clara, con un total de 290 puntos contra 238 del segundo en la votación internacional.

Tanto en las semifinales como en la final, su registro de voz impresionó al interpretar con fuerza su canción, acompañada de violines. Inclusive, hizo olvidar su barba, que es postiza.

Wurst, quien se mostraba cada vez más emocionado a medida que se iba distribuyendo el puntaje y su triunfo se perfilaba, subió al escenario en lágrimas.

«¡Somos una unidad, somos imparables!», lanzó al público antes de interpretar el tema ganador por segunda vez en la velada.

«¡Felicitaciones Conchita! Formidable votación. Ciudadanos de la Unión Europea, ahora utilicen su voto por una Europa abierta», escribió en su cuenta en Twitter la ministra de Asuntos Europeos sueca, Birgitta Ohlsson, aludiendo a las próximas elecciones continentales, entre el 22 y 25 de mayo.

Por su parte, el ministro de Cultura austriaco, Josef Ostermayer, señaló: «también es una victoria en Europa para la tolerancia y el respeto». Además, se mostró muy complacido por acoger la edición 2015 de Eurovisión.

En un bar de Viena, donde se reunió mucho público para seguir la velada, la gente gritaba según se acumulaban los votos para Wurst, en particular cuando recibía 12, el máximo que otorga cada país participante.

«¡Es algo genial que un chico pueda cantar así, como una chica, y además con esa presencia…!», se entusiasmó Karin Springer, una austriaca presente en el lugar.

Eurovisión es particularmente apreciado por el público homosexual, particularmente presente en los hoteles de la capital danesa durante esta 59ª edición. La alcaldía de Copenhague señaló que se casaron tres parejas de personas del mismo sexo rusas en ocasión del 25º aniversario de las uniones homosexuales en Dinamarca. Además, las banderas del arcoiris se encuentran por doquier.

«Tolerancia» y política

En Rusia, Bielorrusia y Ucrania han circulado peticiones de protesta por la participación de este candidato, lo que ilustra la brecha profunda entre Este y Oeste de Europa respecto a la tolerancia y visibilidad de los gays.

Por su parte el presidente del partido de extrema derecha FPÖ (Partido de la Libertad) austriaco, Heinz-Christian Strache, dijo que encuentra «ridículo» al personaje que encarna Wurst.

Las miradas también se habían centrado en Ucrania, primer país en escena el sábado ante 170 millones de televidentes (de acuerdo a la audiencia registrada en 2013).

Mariya Yaremchuk, de 21 años de edad, interpretó en inglés el tema «Tick Tock», delante en el escenario de un hombre que corría dentro de una rueda para hamsters gigantesca. Sin las tensiones de su país con Rusia hubiera sido una candidata del montón, pero esperaba beneficiarse de la simpatía de los jurados occidentales merced a la situación política.

Representando a Rusia, las gemelas Anastasia y Maria Tolmachevy actuaron en el 15º turno, en la mitad de la gala casi, con 26 candidatos en liza. Si bien la actitud del público en Copenhague fue bastante discreta, hubo abucheos cuando se anunció que Azerbaiyán les daba 12 puntos a las chicas rusas.

Inclusive los observadores más finos encuentran en el texto de «Shine» un extraño parecido con la política exterior de Moscú: «Vivir en la brecha/Más cerca del delito/Pasar el límite dando un paso a la vez».

Francia, por su parte, con el grupo Twin Twin, y a pesar de sus esfuerzos por ganarse al público, finalizó última entre los 26 finalistas.

De acuerdo a la tradición, Austria organizará en 2015 la próxima edición, la 60ª, de Eurovisión. Su única victoria anterior se remonta a 1966, con «Gracias, querida», Interpretada por Udo Jürgens.

Dinamarca, que ganó en 2013 gracias a Emmelie de Forest, se mostró sobria en materia de publicidad turística, dado que para los países anfitriones de Eurovisión se trata tradicionalmente de un medio para pasar mensajes promoviendo este sector económico.

AFP

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