MONTEVIDEO (Reuters) – Uruguay develará el viernes un detallado reglamento para poner en práctica la legalización de la producción y el comercio de marihuana, una medida pionera en la lucha contra el narcotráfico que es seguida con atención en el mundo.
El decreto, que será firmado por el presidente José Mujica, regulará desde qué especies de cannabis pueden ser plantadas o las condiciones para acceder a una licencia de cultivo hasta cuánta marihuana puede consumir un conductor sin ser multado.
Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en regular el cultivo, la distribución y el consumo de marihuana cuando el Senado aprobó en diciembre la ley diseñada por el Gobierno, que busca reducir la violencia y los arrestos ligados a las drogas.
Los consumidores de cannabis, de acuerdo con la ley, podrán comprar hasta 40 gramos al mes en farmacias con licencias sólo si son residentes en el país y mayores de 18 años. Y podrán cultivar hasta seis plantas al año y crear clubes de entre 15 y 45 miembros.
Sin embargo, deberán registrarse en una base de datos para que el Gobierno monitorice el consumo.
«Tendremos reglas claras de juego, límites claros. Cómo hay que manejar el estoqueo y la superproducción de los clubes, cuyo destino no está definido», ejemplificó el portavoz de la Federación de Cannabicultores, Julio Rey.
Hasta ahora, la falta de un reglamento dejó un vacío legal, que llevó a las fuerzas de seguridad y jueces a actuar diferente ante delitos relacionados con el auto cultivo de cannabis.
«Esto (por la reglamentación) va a formalizar una situación que hoy es legal, y va a establecer los mecanismos de control», dijo Federico Marín, del Movimiento de Liberación del Cannabis
EXPERIMENTO SOCIAL
El intento de Uruguay por combatir el tráfico de marihuana es seguido de cerca en América Latina, donde la legalización de algunos narcóticos es considerada cada vez más como una posible alternativa contra la violencia del negocio de la droga.
Países ricos que tienen bajo debate la legalización de la marihuana también están mirando hacia el pequeño país sudamericano, aunque Naciones Unidas ha criticado la ley porque considera no es la solución al problema de las drogas.
La reglamentación en Uruguay también develará el mecanismo a ser aplicado para inspeccionar el exceso de plantas de cannabis en un hogar o club de membresía.
Y confirmará si los invernaderos donde crecerá la marihuana para abastecer a las farmacias estarán asentados en un predio militar que contará con guardia perimetral de las Fuerzas Armadas, una posibilidad barajada por el Gobierno.
Una plantación de cannabis de entre 10 y 20 hectáreas sería suficiente para abastecer la demanda interna, de acuerdo con estimaciones preliminares oficiales.
La venta de cannabis en las farmacias comenzaría a implementarse hacia fin de año. Para entonces se espera que el nuevo sistema ya esté funcionando por completo.
Cada gramo de marihuana debería costar 1 dólar, calculan las autoridades, para restarle incentivo a la compra de marihuana paraguaya que inunda el mercado negro a un precio similar.
Uruguay, un país con 3,3 millones de habitantes tiene 184.000 personas que consumen marihuana al menos una vez por año y unas 18.700 personas que lo hacen asiduamente, de acuerdo con las últimas cifras oficiales.