Marchas y protestas en el Día Internacional de los Trabajadores

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Millones de personas salen a la calle en todo el mundo este jueves, Día Internacional de los Trabajadores, en un contexto tenso en lugares como Estambul, donde la policía dispersó a manifestantes con gases lacrimógenos, y con tintes patrióticos en Moscú.

En Europa, numerosas manifestaciones marcan tradicionalmente este 1 de mayo, nacido durante el movimiento para la reducción de la jornada laboral a finales del siglo XIX en Estados Unidos.

España, que empieza a salir tímidamente del marasmo económico y sigue minada por un desempleo récord, salió a la calle.

Bajo el lema «Sin empleo de calidad no hay recuperación», miles de personas marcharon este jueves en unas 70 ciudades de España, donde los sindicatos denuncian una precarización laboral pese a la incipiente reactivación económica.

En Francia, los sindicatos protestaban en París contra el plan de recortes de 50.000 millones de euros anunciado por el primer ministro, Manuel Valls.

A menos de un mes de las elecciones europeas del 25 de mayo, el ultraderechista Frente Nacional presentó su tradicional desfile como una «demostración de fuerza» para confortar su dinámica en los sondeos, que lo colocan primero o segundo, emparejado con la derechista UMP, en la oposición.

En Grecia decenas de miles de personas se manifestaron contra la austeridad y por una Europa social, recordando que la riqueza es «el fruto de los esfuerzos de los trabajadores».

En Italia, donde el presidente del Consejo Matteo Renzi prometió devolver la confianza a los italianos, que salen apenas de más de dos años de recesión, estallaron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Turín.

Horas antes ya hubo escaramuzas en Turquía

La policía turca echó mano de cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a cientos de personas que intentaron desafiar la prohibición de manifestarse en la plaza Taksim, donde el año pasado hubo protestas que llegaron a poner en jaque al gobierno.

En las inmediaciones de la plaza fueron desplegados hasta 40.000 agentes de policía, que acordonaron todas las avenidas y calles aledañas para impedir el acceso.

Las celebraciones del 1 de mayo se vieron perturbadas también en Camboya, donde los sindicatos llamaron a apoyar a los obreros textiles en huelga en dos zonas económicas especiales cerca de la frontera con Vietnam.

La mayoría de los trabajadores de este sector vital para la economía camboyana, que da empleo a 650.000 personas, ganan menos de 100 dólares mensuales.

La policía, pertrechada de porras y palos, dispersó a los manifestantes reunidos alrededor del Parque de la Libertad en Phnom Penh, cerrado para impedir el acceso a los opositores del primer ministro Hun Sen, en el poder desde hace 30 años.

«Putin tiene razón»

En Rusia, en plena efervescencia nacionalista alimentada por la crisis en Ucrania, unas 100.000 personas se manifestaron en la Plaza Roja de Moscú, muy cerca del Kremlin, con motivo del Día de los Trabajadores, recuperando una tradición soviética desaparecida hace 23 años.

«Putin tiene razón», «Estoy orgulloso de mi país», rezaban algunas de las pancartas mostradas por los manifestantes, en medio de un mar de banderas rusas.

Otras pancartas y representantes sindicales celebraron la incorporación de Crimea a Rusia, que Ucrania y la comunidad internacional no reconocen.

De hecho unas 60.000 personas desfilaron este jueves en Simferopol, capital de la península ucraniana de Crimea, con banderas y retratos del presidente ruso Vladimir Putin.

Aparte, también hubo manifestaciones en Indonesia, Malasia y en las economías más desarrolladas de la región, como Hong Kong, Singapur, Corea del Sur o Taiwán, donde el aumento del coste de la vida, y en particular los precios exorbitantes de la vivienda, aumentan las desigualdades.

En Venezuela, opositores convocados por la Mesa de Unidad Democrática y chavistas acompañados por el presidente Nicolás Maduro marcharán en lugares separados de Caracas, tras anunciarse un aumento del salario mínimo en un 30% en respuesta a la elevada inflación.

AFP

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