«Es perfectamente legítimo tener una ley de comunicación, que no es ley de medios, que tiene cosas tan positivas como la profesionalización de los periodistas», explicó Correa durante su reportaje con el diario El País, de España, país al que viajó para ser investido como doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona (UB).
Frente a las críticas de la prensa internacional y de organismos de defensa de la libertad de expresión, el mandatario comparó la necesidad de tener una ley para regular la prensa con la legislación en el sector financiero. «La banca también se autolegitima diciendo que es libertad de mercado, pero mire dónde nos llevó: eliminar las leyes de supervisión bancaria nos llevó a la peor crisis financiera en 1999», dijo.
El mandatario ecuatoriano negó que los periodistas que critican al poder tengan problemas en su país. «La crítica no se sanciona ni por la ley ni por el Gobierno. Se sancionan las mentiras, la infamia, la calumnia», señaló Correa.
«Que me digan dónde está lo malo de la ley de comunicación. ¿Hay censura previa? Bueno, sí, hay censura previa por parte de los dueños de los medios de comunicación, por parte de los que financian la publicidad», denunció el jefe de Estado ecuatoriano.
Correa añadió que «quisiera dejar sentado que no hemos podido nombrar ningún artículo de la ley de comunicación que vaya en contra de la libertad de prensa. El mayor peligro de la Ley de Comunicación es que otros países la quieran tener».
El presidente de Ecuador también se refirió a la sanción impuesta al diario ecuatoriano El Universo por el artículo publicado en febrero de 2011, sobre la supuesta orden de Correa de disparar contra un hospital repleto de civiles tras la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010.
«Eso no es crítica, eso es una mentira. Y qué bueno que las leyes sancionen mentiras», afirmó el mandatario, quien agregó: «Uno de los problemas de América Latina es que se miente, y conozco la diferencia entre la mayoría de la prensa europea y la prensa latina. América Latina tiene los problemas que tiene por las élites que nos han dominado que, además, son las que poseen los medios de comunicación».
También hizo referencia al proceso judicial contra el periodista Fernando Villavicencio y el asambleísta Cléver Jiménez por un delito de injurias contra su persona. «Le dijeron al presidente genocida, y eso es suficientemente grave. No sé si aquí (en España) le pueden decir genocida al rey Juan Carlos», indicó.
Al hablar de periodismo y Ecuador era inevitable eludir el tema de Julian Assange, aunque en este caso la respuesta de Correa no fue tan contundente como las anteriores. «En cualquier caso, sobre Assange siempre están abiertas las puertas al diálogo con Reino Unido. Pero toda la responsabilidad para solucionar este caso está en Reino Unido y en Suecia, y en Europa en general» consideró el Presidente al referirse al periodista australiano que se encuentra asilado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio de 2012.
Luego de la dolorosa derrota en las elecciones locales de febrero pasado, surgieron interrogantes sobre el futuro político del actual mandatario ecuatoriano. Consultado sobre si se presentará como candidato en los próximos comicios presidenciales, Correa reveló que «en principio yo no he cambiado mi opinión, pero sí nos molesta que nos traten de restringir desde el extranjero lo que podemos discutir o no. Ecuador es libre de discutir lo que quiera, la reelección indefinida, eliminar todas las reelecciones. Lo que estamos defendiendo es el derecho a discutir».