Brasil será esta semana la sede de la cumbre NetMundial para redefinir las regulaciones de internet, actualmente bajo la tutela de facto de los Estados Unidos, luego de la conmoción generada por las revelaciones de Edward Snowden y con la idea de establecer una gobernanza más «abierta» de la red.
Propuesta por la presidente brasileña, Dilma Rousseff, esta cumbre inédita –que se celebra miércoles y jueves en San Pablo– se presenta como una «reunión global de múltiples partes interesadas sobre el futuro de la gobernanza de internet». Participarán de la cumbre «representantes de la sociedad civil, el sector privado, el sector académico y la comunidad técnica», según detalla la web del evento. Más de 80 países, incluyendo la Argentina, enviarán sus delegaciones a San Pablo.
Los distintos Estados, entre los cuales también se encuentran los Estados Unidos, podrán aportar propuestas de contenido a debatir durante la cumbre. Las propuestas giran en torno a diversas temáticas vinculadas con internet, como seguridad, privacidad, uso, infraestructura, gobernanza, entre otros.
Luego de que la web celebrara sus 25 años de vida en marzo de este año, la cumbre NetMundial tiene dos objetivos: establecer los principios de la gobernanza mundial de la red y definir una hoja de ruta para desarrollar mecanismos que regulen las infraestructuras y usos de internet.
Las resoluciones de la cumbre no serán vinculantes. No obstante, la idea será buscar consensos entre los países que controlan el contenido de internet (China, Cuba), los actores privados que abogan por la total libertad (Google) y naciones como Brasil, Alemania y México, que fueron víctimas del espionaje de la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana), según reveló el año pasado el analista (ahora fugitivo) Snowden.
En este sentido, Virgilio Almeida, presidente de NetMundial, explicó a la AFP: «Puede haber puntos de tensión en la cumbre», en particular respecto al papel que deben tener los estados en la administración de internet.
Con la cumbre, Brasilia tiene un objetivo claro: despegarse de la toma de posesión norteamericana –efectiva o simbólica– sobre los temas vinculados a la regulación de internet. En la actualidad, los Estados Unidos juegan un papel central en la gobernanza de internet, al ocuparse de la asignación de dominios (DNS), alojamiento de servidores y redes de conexiones.
«Nuestra crítica está relacionada al hecho de que internet depende de los Estados Unidos. Los servidores raíz (DNS para asignar nombres de dominio de sitios o servidores) están todos en el hemisferio norte (los EEUU tienen nueve, Japón uno y Europa tres)», detalló recientemente el ministro brasileño de Comunicación, Paulo Bernardo, quien a la vez llamó a buscar opciones en el hemisferio sur.
Las revelaciones del ex técnico de la CIA en torno a la vigilancia que las agencias norteamericanas realizaron sobre varios líderes mundiales desataron la cólera de algunos gobiernos, en especial de Brasil y Alemania.
Ya en septiembre de 2013, luego de que se conocieran las revelaciones de Snowden, Dilma Rousseff propuso un control multilateral del uso de internet ante la Asamblea General de la ONU.
Tras el caso Snowden, Brasilia tomó la iniciativa al adoptar a finales de marzo una ley a nivel nacional que garantiza «la protección de la confidencialidad de los usuarios en contra de cualquier violación o uso indebido de los datos de los internautas brasileños».
«Después de lo que pasó con Snowden, se ha producido un cambio en la percepción de internet por parte del público en general y esto produjo la necesidad de emprender un cambio», dijo el ministro Bernardo.
En un proyecto de resolución que será sometido a consideración de los gobiernos, asociaciones y agrupaciones de los países que participarán en NetMundial, los organizadores del encuentro indican que «la gobernanza debe ser abierta, participativa, de múltiples partes, tecnológicamente neutra, sensible a los derechos humanos y fundada en los principios de transparencia y responsabilidad».
La ICANN, en el corazón de los debates
Los Estados Unidos anunciaron el mes pasado que estaban listos para abandonar, en aras de una gobernanza mundial, su papel en la supervisión de la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), responsable de asignar nombres de dominios, que depende del Departamento de Comercio norteamericano.
La transición hacia un nuevo estatuto, elogiada por los organizadores de NetMundial, está prevista para enero de 2015 a más tardar.
El presidente de la entidad, Fadi Chehade, opinó que la participación de los gobiernos debería ser limitada. El mes pasado en Singapur, el ejecutivo advirtió que su organización excluye encomendar «una parte importante de (su) misión a un gobierno, un grupo de gobiernos o una organización intergubernamental».