El presidente Juan Manuel Santos Calderón, durante la ceremonia oficiada en la Catedral Primada de Bogotá en memoria del escritor fallecido en México el pasado jueves 17 de abril, señaló que Gabriel García Márquez siempre quiso una Colombia en paz.
“Hoy nos reunimos todos, en esta Catedral Primada, en la Plaza de Bolívar de nuestra capital, a través de los medios de comunicación, para rendirle el tributo de nuestro afecto”, señaló el Mandatario y subrayó que “él buscó la paz, trabajó por la paz, siempre quiso una Colombia en paz y –en su memoria– no vamos a claudicar en esta tarea, la más grande que tenemos como nación”.
El Presidente Santos expresó la gratitud de los colombianos con García Márquez y dijo que el mejor homenaje a la memoria del novelista nacido en Aracataca en 1927 es regresar a su obra.
“Hoy invito a los colombianos a que le rindamos el mejor homenaje, que es volver a acercarnos a sus libros, a sus textos, para leerlos o releerlos, porque en ellos habita nuestra esencia nacional y no solo eso: habitan sueños que son la materia prima de la literatura”, afirmó.
Recordó que el escritor ha sido el colombiano que más alto ha llevado el nombre Colombia.
“Cuánta gratitud, cuánto cariño, cuánta admiración, albergan hoy nuestros corazones cuando le decimos adiós al más grande exponente no solo de las letras nacionales sino del alma colombiana”, continuó el Jefe de Estado y consideró que “son tantos los motivos de agradecimiento como son tantas las vidas que tocó durante su existencia”.
El Presidente comentó que desde sus primeros cuentos y novelas, pasando por su magistral Cien Años de Soledad, “las palabras de Gabo han estado siempre en nuestras casas, en nuestras bibliotecas, en nuestros periódicos y revistas, en nuestra memoria y, sobre todo, en nuestros corazones”.
Anotó que en Gabriel García Márquez hay muchas facetas y en cada una obró con excelencia y con amor.
“Hoy recordamos y rendimos tributo al Gabo literato, al Gabo periodista, al Gabo formador de nuevas generaciones, al Gabo militante de las causas justas, al Gabo vallenato, al Gabo humanitario, al Gabo promotor del cine y –más que nada– al Gabo que más quiso ser y por el que más quisiera ser recordado: el Gabo cálido y amigo, el mejor amigo de sus amigos”, destacó.
También recordó las palabras del maestro García Márquez cuando dijo que hay que “amar como nunca al país que merecemos para que nos merezca”.
El Presidente de la República también envió un saludo afectuoso desde el corazón de Colombia a su esposa, Mercedes Barcha; a sus hijos Rodrigo y Gonzalo; y a sus hermanos.
“Y todo nuestro reconocimiento, todo el afecto, todos los homenajes, a este hombre gigante que escribió con letras de oro el nombre de Colombia en el panorama mundial”, concluyó el Presidente, antes de invitar a los asistentes a dar el más grande aplauso “a Gabo: el escritor, el ser humano… ¡nuestro compatriota más admirado!”
A la ceremonia asistieron el Vicepresidente Angelino Garzón, los expresidentes de la República Belisario Betancur, César Gaviria Trujillo y Ernesto Samper Pizano; dignatarios del Congreso y de las Altas Cortes, miembros del Gabinete Ministerial, Altos Mandos Militares y de Policía y representantes del Cuerpo Diplomático.
Durante el acto solemne, el Cardenal Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá, leyó un texto litúrgico.
Participaron en el homenaje la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, dirigida por el maestro José Luis Domínguez y la Sociedad Coral Santa Cecilia, dirigida por el maestro Alejandro Zuleta, que interpretaron el Réquiem, de Wolfgang Amadeus Mozart. Intervinieron como como solistas el tenor Pablo Martínez, la contralto Ana Cristina Mora, la soprano Julieth Lozano y el bajo Valeriano Lanchas.