Derrumbes complican rescate de mineros atrapados en Perú

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Los rescatistas han llegado a tan sólo dos metros de distancia del lugar donde se encuentran los mineros, sin embargo, los derrumbes han retrasado la llegada. El primer ministro peruano informó que se necesitarán de otros dos días para sacar a los trabajadores

Derrumbes parciales han complicado las labores de un grupo de socorristas que intentan rescatar a nueve mineros que llevan tres días atrapados a 250 metros bajo tierra en un socavón clandestino de Perú.

El primer ministro peruano, Oscar Valdés, informó que, aún teniendo todo el material de rescate, se demorarían otros dos días para sacar a los mineros del yacimiento que se halla en una montaña rocosa en la región Ica, 325 km al sur de Lima.

Poco antes de dar la información, Valdés escuchó un resumen de las operaciones de salvamento de un coordinador del operativo de socorro que le señaló que tardarían de dos a tres días más, porque necesitaban herramientas como madera y planchas para completar el rescate de los mineros.

Los trabajadores han recibido bebidas hidratantes y alimentos, así como oxígeno que les llega a través de una manguera. En las últimas horas, el responsable de salud de la zona de Ica pudo comunicarse con uno de ellos, quien informó que la salud de los nueve hombres es estable y que confían en que pronto serán rescatados, aunque la espera y la ansiedad han provocado cierta alteración mental en algunos de ellos.

Unas 80 personas, entre socorristas, bomberos, policías y mineros, participan en las tareas de rescate, que se han prolongado más de lo previsto a causa de los incesantes derrumbes parciales en la mina.

César Chonate, director regional de Defensa Civil informó que los rescatistas llegaron a tan solo dos metros de distancia de los mineros, pero un nuevo desprendimiento les cerró el paso.

Los derrumbes han llevado a los socorristas a examinar un plan B, consistente en la construcción de un “by pass” al lado del socavón que permita un acceso alternativo al original, que se encuentra obstruido por escombros de piedras y tierra.

La mina Cabeza de Negro es un yacimiento artesanal que estaba siendo explotado en condiciones precarias desde que fue abandonada por sus propietarios hace dos décadas. En otra explotación informal, en Jicamarca, al este de Lima, tres mineros murieron atrapados el pasado mes de marzo.

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