El presidente Juan Manuel Santos reiteró el jueves la invitación a su homólogo ecuatoriano Rafael Correa para que asista a la Cumbre de las Américas que se celebrará en la ciudad colombiana de Cartagena el 14 y 15 de abril.
«Lo estamos esperando con los brazos abiertos. Esperamos que nos honre con su presencia en la Cumbre», aseguró el mandatario colombiano dirigiéndose a Correa en declaraciones difundidas por la sede de gobierno.
Correa es el único de los 33 gobernantes invitados a la cumbre que aún no ha confirmado su participación debido a la inasistencia de Cuba al evento continental. La cancillería ecuatoriana dijo recientemente que el 2 de abril habrá un pronunciamiento oficial sobre la asistencia o no de su presidente a la cumbre.
Santos dijo que la intención de Colombia es lograr que todos los mandatarios de los países americanos estén presentes en el puerto de Cartagena de Indias, 650 kilómetros al norte de Bogotá.
En su concepto, la VI Cumbre de las Américas tiene como objeto que «toda esta comunidad de naciones podamos discutir todos esos temas que tenemos por delante y que nos deben unir para trabajar juntos y lograr resolver por lo menos los problemas que vayamos identificando».
Correa ha dicho que «sin el ánimo de ofender a mis colegas latinoamericanos y menos aún al presidente Juan Manuel Santos, a quien no queremos crearle ningún problema como anfitrión de esa cumbre, tenemos miedo que nuestros pueblos se cansen de que sus presidentes estén en cumbres y ellos en tantos abismos».
Para el presidente ecuatoriano, en las reuniones como las de Cartagena «no se tratan problemas fundamentales… Los dos ejemplos más relevantes de esos problemas: el bloqueo a Cuba que lleva 50 años y rompe todos los principios del derecho interamericano y del derecho internacional y la inadmisible, inaceptable colonización por parte de Inglaterra de las islas Malvinas».
Correa había invitado a los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América a que no asistan a la cumbre en caso de que Cuba no fuera invitada. Tras ello, Santos viajó a La Habana para mediar en la situación, pero no obtuvo una respuesta positiva del gobierno cubano.
Estados Unidos también ha advertido que si Cuba asiste, no iría a Cartagena. El presidente Barack Obama ya confirmó su asistencia a la cumbre.