Miles de fieles en Cuba celebran el año jubilar, del 400 aniversarios del hallazgo, en la bahía de Nipe, de la venerada Virgen de la Caridad y la visita del Papa, Benedicto XVI.
Un gran número de fieles residentes en Cuba y otros tantos que viven en el exterior caminan hacia el poblado del Cobre, provincia de Santiago de Cuba, para rendir un homenaje a la patrona, la Santa Virgen de la Caridad, en su santuario; esto con el fin de ganar indulgencias en este Año Jubilar.
También el Santo Padre, Benedicto XVI, llega como peregrino de la caridad y del amor a ponerse de rodillas en frente de la Madre de Dios y a confirmar al pueblo cubano en la fe, dándoles un mensaje de esperanza y animándolos a vivir en el amor, informóvatican.va.
El peregrino de la caridad, Benedicto XVI, ha iniciado su caminar, pero en éste andar se ve necesitado de los demás para no desfallecer, “necesito de las manos, de las palabras y del corazón de quienes me acompañan, así como ellos necesitan de nosotros para alcanzar la meta” publicó el sitio oficial del Vaticano.
“Peregrinar es también salir de nosotros mismos, de nuestros egoísmos que nos encierran, para ir generosamente hacia los demás y abrirles nuestro corazón y dejar que ellos nos abran el suyo. Para crecer en la fe sostenida por la esperanza y enraizada en el amor” dijo el Papa Benedicto XVI.
Así como cientos de cubanos han iniciado su peregrinaje, en este Año Jubilar, como peregrinos de la caridad y el amor el Papa Benedicto XVI se ha unido a ellos en su caminar. Como lo expresan muchos isleños se trata del amor de Dios que se ha manifestado de muchas maneras para con el pueblo cubano a lo largo de su historia y, de modo particular, con el regalo de su Madre, simbolizada en la pequeña imagen que desde la cumbre de un monte les ha acompañado, consolado, fortalecido y sostenido en la fe.
En este, su primer viaje a Cuba, el Santo Padre Benedicto XVI viene como peregrino de la caridad y el amor, con la misión de recordar el inmenso amor que Dios ha tenido para el mundo entero -Un amor tan grande que ha entregado a su hijo único, Jesucristo para la redención de todos- que dio su vida por todos, los que lo siguieron y los que lo persiguieron anotón el Papa.
De acuerdo al Vaticano el Papa Benedicto XVI quiere dejar tatuado en el corazón de todos los hombres que la misión es un acto de amor. Que llevar, a Jesús a los demás, como hizo María, es un acto de amor que derrama la bendición del Espíritu sobre el que lo lleva y sobre el que lo recibe. A invitar a todos a ser misioneros, evangelizadores, a salir de sí mismos e ir ha los demás llevándoles a Cristo, el Hijo de Dios, el Hijo de María.
“En Cristo todos somos hijos de Dios y, como hijos de un mismo Padre, hermanos los unos de los otros, que ya no hay ni esclavos ni libres, ni judíos, ni gentiles, sólo hermanos” publicó el Vaticano.