«Colombia ha mantenido su nivel educativo»: Margarita Peña

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Hay preocupación en el país debido a los más recientes resultados de las pruebas Pisa entregados a principio de la semana, en los que Colombia aparece en las últimos lugares. Mientras que expertos afirman que esto demuestra que los estudiantes nacionales han descendido su nivel educativo, el Estado asegura que se ha mantenido y que el escalafón debe ser interpretado de otra forma.

Desde hace siete años, la nación entró a competir en estas pruebas que se realizan cada tres años. En 2006 y en 2009 los resultados no fueron muy alentadores, pero en 2012 cayó posiciones y se ubicó en el puesto 61, de 65 países que hicieron parte de la medición. Matemáticas, lectura y ciencia, las áreas trabajadas, siguen siendo las más difíciles de asimilar.

Para la directora del Icfes, Margarita Peña, esto no quiere decir que Colombia haya tenido un retroceso, sino que al contrario, los programas educativos han aportado a la educación tal y como lo destaca Pisa en su informe. Sin embargo, las cifras dicen todo lo contrario.

En entrevista con Colprensa, la funcionaria dio un parte de tranquilidad en el sector, pero aseguró que aún hay muchas cosas por trabajar, empezando por manejar adecuadamente los recursos, repensar las jornadas educativas antes de agregar un grado más al modelo y mirar la forma en que los docentes se están capacitando para ejercer, entre otras.

– ¿Por qué se conocen estos resultados de las pruebas, cuando se había afirmado que Colombia avanzaba positivamente en materia de educación?

Hay un doble mensaje en Pisa que es muy importante captarlo y no necesariamente es contradictorio. La Ocde reconoció en su informe que Colombia ha avanzado sobre todo en un área específica como lectura, esto no quiere decir que la educación esté bien, quiere decir que en un momento histórico caracterizado por una gran incorporación de personas al sistema educativo y por una ampliación de cobertura, no ha habido deterioros en comparación del 2006 con el 2012.

Lo que a nosotros nos importa cuando vemos estos resultados no es tanto el puesto, sino el comportamiento de los estudiantes colombianos frente a un estándar internacional. Y es que tenemos un porcentaje muy alto de muchachos por debajo del nivel 2 de desempeño en Pisa, y es que ellos consideran como punto de partida para seguir progresando en educación. Esto nos indica a dónde enfilar los esfuerzos, no tanto a mejorar el promedio, el puesto, porque siempre habrá muchos mejores que nosotros, como los orientales.

– Pero entonces ¿por qué se ve esta notable diferencia en el escalafón de las pruebas, si se supone que se mantuvo?

En Pisa los países que participan no son fijos, hay algunos que han sido muy constantes desde el año 2000, mientras que otros han salido. Colombia entró en 2006, Vietnam lo hizo en 2012, muchos de ellos entran y se nos ponen por encima. China ha empezado a presentar a estudiantes de diferentes partes con altísimo desempeño, incluso que muchos europeos, por consiguiente todo el mundo ha bajado. Esto nos indica que prácticamente la posición de Colombia no ha variado.

– Las pruebas Pisa miden tres áreas: matemáticas, lectura y ciencia. Hemos visto que para los estudiantes colombianos el talón de Aquiles sigue siendo estas dos primeras ¿por qué pasa esto?

Este estudio tiene una particularidad y es que el énfasis es matemáticas, en 2009 fue lectura y en el 2006 fue ciencias. Esto quiere decir que ahora tenemos mucha más información sobre los desempeños en la matemática y en su enseñanza. Llama la atención que los muchachos colombianos no confían en que son capaces de aprender matemáticas, es un problema de autoconfianza que se traduce en una baja eficacia en el momento de aprender. Pienso que esa percepción, y así Pisa lo sugiere, está afectando muy especialmente a las niñas que tienen una brecha muy amplia con los niños. Hay que poner mucho énfasis en la forma en cómo estas se trabajan, es decir su pedagogía.

-¿A qué se debe que sean precisamente los países latinoamericanos los que ocupen las últimas posiciones de estas pruebas?

Con Latinoamérica nos parecemos muchísimo, vemos realidades y sistemas educativos similares, pero aquí están pasando cosas que vale la pena mirar. Chile ha venido creciendo, a pesar de que no estén contentos con sus resultados. Hay avances importantes en México y Brasil, sobre todo en matemáticas. El país azteca entra a hacer parte de la Ocde y creo que eso será muy beneficioso para nosotros.

– En cuanto a los estudiantes asiáticos ¿qué tienen ellos que a los americanos les parece hacer falta? Estados Unidos tampoco salió tan favorecido en estas pruebas…

Hay muchas teorías sobre lo que pasa en Oriente, ellos le han dado una importancia enorme a la educación como parte de su proceso de desarrollo. Corea ha sido citado muchas veces como un caso de éxito, un país que hace unas décadas estaba como Colombia y gracias a un esfuerzo de su población pudo apuntar a ese proceso científico y tecnológico que hoy tienen. Hay aspectos culturales que tampoco se pueden desconocer, el estatus de la educación en las sociedades orientales y de sus maestros, hay un respeto por ellos, casi que el alumno no puede pisar su sombra. Entonces hay una visión del profesor como una persona que siempre está en tu desarrollo, eso es algo que en esta región no existe y puede ser uno de los aspectos a destacar en cuanto a las diferencias entre Oriente y Occidente. Otros países en la mitad que se preguntan por qué, es el caso de Estados Unidos.

– A raíz de los resultados en Pisa, Chile sacó un informe en el que indica que el éxito de estas pruebas radica en la selección de los docentes, que influyen directamente en el rendimiento de los estudiantes. ¿Quiere decir que en Colombia no hay maestros lo suficientemente capacitados?

Sí, se ha reconocido ya en varios escenarios la calidad de la formación profesoral como un factor que afecta muchísimo la educación. No es echarle la culpa a nadie, se trata de analizar qué está pasando en la capacitación de maestros. Nosotros con el Icfes podemos ver el desempeño de los estudiantes a su salida del colegio y los mejores no son precisamente los escogen la enseñanza como carrera. Muchos estudian esto porque les toca. Distinto el caso de Finlandia donde la selección se hace entre los mejores estudiantes y allá prácticamente se pelean por un puesto en el profesorado.

Hay problemas en la formación de la gente que está llegando a las carreras de educación y la manera en cómo estos se capacitan para educar a otros. Datos nos apuntan a que las pedagogías que se utilizan para facilitar el aprendizaje de los estudiantes no son tan efectivas como si lo son en otros países.

– Preocupa la situación con las pruebas Pisa, pero internamente ¿Cómo se encuentra la educación?

Las tendencias son muy similares. Nosotros tenemos estadísticas mucho más precisas de desempeño, Pisa mide muy arriba. Aquí la visión refleja mejor la realidad de los estudiantes colombianos. Encontramos dificultades parecidas en matemáticas, lectura y ciencia. Lo que hoy es noticia en el país, para nosotros no lo es desde hace muchos años. El Icfes ha estado desde hace mucho tiempo contándole al país la historia de los logros educativos, la misma tendencia de estabilidad de los resultados y no deterioro, así como la preocupación sobre la diferencia entre niños y niñas en el aprendizaje de esas áreas en especial.

– De acuerdo a los resultados, es posible señalar ¿qué ciudades son los que mejor avanzan en materia educativa?

En el caso de Pisa tenemos un reporte para cuatro ciudades que decidieron participar voluntariamente: Bogotá, Cali Medellín y Manizales. De ellas, tres participaron en la anterior edición, o sea que ya tienen datos a través del tiempo. Lo más destacable es la mejora en la capital de Caldas, que tuvo una diferencia interesante a favor de esta ciudad, no tenemos un análisis estadístico para decir qué tan significativas son estas diferencias, pero esto llama la atención porque están por encima de la media nacional.

– ¿Cree que la implementación de un grado más en el sistema educativo colombiano, servirá para mejorar estas cifras?

Sí, pero si no es más de lo mismo. Nosotros no hemos hecho la tarea y es una opinión que viene de mi experiencia en el sector educativo, de utilizar al máximo los recursos que existen en Colombia para educación. Por ejemplo, la jornada escolar. Antes de hablar de jornada completa, que es una aspiración justa y necesaria, tenemos que preguntarnos sobre la efectividad de las que tenemos, si se están cumpliendo los horarios, si los colegios están abiertos y si los niños van a clase todos los días. Creo que necesitamos más recursos y escolaridad, la jornada extendida es muy apropiada, pero hay que echarle una mirada primero a la forma en como manejamos los dineros que tenemos para potenciarlos y ser eficaces, no eficientes.

Hay una cantidad de cosas que no se solucionan poniendo un grado más, la pregunta es si lo hay, dónde lo orientamos, un curso más de media o otro más de preescolar. La información que Pisa nos entrega indica que lo más efectivo es la educación preescolar, es decir la atención de la primera infancia.

– Países europeos, asiáticos y hasta latinos han implementado una serie de estrategias para mejorar su nivel y lo han conseguido. ¿Qué está haciendo Colombia para sanar estos resultados?

El informe de Pisa destaca unas políticas que pudieron haber contribuido, si no queremos hablar de mejora, a la estabilidad de los resultados de Colombia. Destaca por ejemplo la implementación del grado 0, ahora ‘De cero a siempre’, menciona también programas orientados a promover pedagogías activas como ‘Escuela nueva’, una iniciativa que se implementó en el siglo pasado y ha mostrado éxito, también habla de ‘Familias en acción’, como una manera de facilitar que los niños sean enviados a las escuelas y se mantengan, a eso se suma la selección meritocrática de maestros como un factor positivo y señala más recientemente, programas tipo ‘Todos a aprender’, focalizado al aprendizaje de los niños en los colegios de menor resultados. Por eso cuando a mí me dicen que hay que cambiar todo y volver a empezar yo digo ¡No! Finalmente nos hemos mantenido.

– La eterna pregunta y discusión ¿Sirven o no estas pruebas de medición? ¿Qué hay para decirles a aquellos que dudan de su importancia?

Estas pruebas son de país, resultados que no podemos tomar individualmente, esto es con todos. Nos da lo que debemos hacer, si con toda la información que tenemos en este momento y con todas las pruebas internacionales en las que hemos participado, hiciéramos algo frente a eso de manera coordina, integrada y dejando intereses particulares de cualquier tipo, creo que Colombia tiene un potencial enorme para salir adelante.

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