El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, alertó sobre el riesgo de un racionamiento de energía y de gas en la ciudad si no se realizan obras de infraestructura de manera inmediata.
Tras su reunión con el presidente de la República, Juan Manuel Santos, en la Casa de Nariño, con sus respectivos equipos de trabajo, el alcalde explicó que se requiere la construcción de dos líneas de transmisión que saldrían de la zona del Guavio y llegarían a la Estación Nueva Esperanza, en el occidente de Bogotá, obras programadas desde hace cuatro años que no se pusieron en marcha.
Petro pidió ante el Gobierno Nacional que se adelanten inversiones para evitar que la capital del país afronte un racionamiento de energía eléctrica en el mediano plazo. Según los cálculos oficiales, «hay un crecimiento de la demanda de la energía en la ciudad y si no se amplía la oferta, podría haber racionamientos».
En el caso del gas, explicó que la ciudad se vería abocada a un racionamiento de gas por problemas financieros que enfrenta TGI, empresa transportadora, cuyo máximo accionista es la Administración.
Pese a que TGI realizó inversiones en los últimos años, y que deberían ser recuperadas mediante el cobro a la tarifa, esto no fue autorizado por la Comisión Reguladora de Energía y Gas (Creg). Por eso, el Gobierno se comprometió a revisar una apelación presentada por el Distrito, pues se habla que se perderían 120 millones de dólares anuales.
Sobre el Metro, el lunes habrá una reunión con el Banco Mundial que permitirá definir el comienzo de la obra que según Gustavo Petro, deberá ser el metro ligero por la carrera séptima.