EEUU y Venezuela libran nueva escaramuza diplomática

Compartir:

Estados Unidos y Venezuela abrieron este miércoles un nuevo capítulo en su historial de una década de escaramuzas diplomáticas, tras la expulsión de sus respectivos máximos representantes en Washington y Caracas.

Washington declaró «persona non grata» y expulsó a tres diplomáticos venezolanos, entre ellos el encargado de negocios, Calixto Ortega, en reciprocidad a una medida idéntica de Caracas, anunció este miércoles la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.

Es un punto bajo en la relación entre los dos países, que iniciaron tímidos acercamientos a finales de 2012, y a mediados de este año acordaron un diálogo para mejorar las heladas relaciones.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, había expulsado el lunes a la encargada de negocios de la embajada estadounidense, Kelly Keiderling, y otros dos diplomáticos tras acusarlos de fomentar con la oposición supuestos actos de sabotaje económico y eléctrico en Venezuela, por lo que les dio 48 horas para salir del país, plazo que se cumple este miércoles.

Además de la encargada de negocios, Caracas expulsó a los funcionarios David Moo y Elizabeth Hoffman.

Pero el Departamento de Estado «rechazó por completo la alegación del gobierno venezolano sobre una participación de Estados Unidos en cualquier conspiración para desestabilizar al gobierno de Venezuela», dijo su portavoz, Jen Psaki, el martes.

Caracas y Washington carecen de embajadores desde 2010, por lo que el encargado de negocios es el más alto representante en las respectivas legaciones.

Maduro, electo en abril tras la muerte de Hugo Chávez (1999-2013), retomó el tema este miércoles en un discurso público, amenazando con expulsar a más diplomáticos si los presuntos planes continúan.

«Les desarticulé el equipo de vanguardia de ellos para desestabilizar al país. Si se ponen cómicos, los expulso a todos», sentenció.

Elevando el tono

El presidente venezolano ha elevado en las últimas semanas el tono de sus declaraciones contra Estados Unidos.

Previo a una visita a China, su primera como presidente, denunció que Washington había impedido el sobrevuelo de su avión sobre el espacio aéreo estadounidense.

La semana pasada canceló su presentación en la Asamblea General de Naciones Unidas, denunciando los «obstáculos» en el visado de la delegación venezolana a la cita en Nueva York y supuestos planes contra su vida.

Washington critica regularmente a Caracas por lo que considera hostigamiento a la oposición política y a los medios de comunicación, pero al mismo tiempo busca una relación práctica con un país que es su cuarto proveedor de petróleo.

«Queremos una relación funcional y constructiva con Venezuela. Seguimos comprometidos en ello», afirmó Harf, señalando que Estados Unidos expulsó a los venezolanos de acuerdo al principio de reciprocidad establecido en los convenios internacionales sobre relaciones diplomáticas.

Pero el gobierno venezolano expresó que «repudia» la expulsión de sus diplomáticos, según un comunicado de la cancillería.

«No se puede considerar esta una decisión recíproca, al observar la conducta inequívoca de nuestros funcionarios, que no han osado en ningún momento sostener reuniones con grupos contrarios al Gobierno del Presidente Barack Obama o con personas interesadas en actuar en contra del Gobierno estadounidense», agregó el comunicado.

El dedo en la llaga

Maduro rechazó por su lado declaraciones efectuadas por Keiderling en la tarde del martes en Caracas, en las que aseguró que «todas las acusaciones de sabotaje, de conspiración, de que nosotros vamos a acabar con el mundo, son falsas» y reconoció haberse reunido con varios miembros de la sociedad civil venezolana como parte de su labor diplomática.

«En Venezuela nunca se había visto que una encargada de negocios, una funcionaria (…) salga a retar a un presidente, salga a retar a un pueblo completo. Es la prepotencia, ¿por qué? Porque les toqué así, en la llaga. Les metí el dedo donde tenía que meterlo. Por eso es que brincan como diablos», dijo Maduro este miércoles.

Los medios estatales venezolanos han difundido imágenes de diarios que dan cuenta de viajes de los estadounidenses al interior de Venezuela, listas de pasajeros en los vuelos donde viajaron y fotografías de ellos con líderes de la oposición venezolana.

Según Maduro, sobran pruebas «de la participación de estos tres funcionarios de materia directa, una de ellas conspirando con gente de la derecha, para sabotear el sistema eléctrico».

El 3 de septiembre, una falla eléctrica dejó al 70% del territorio venezolano sin luz durante varias horas y en los últimos meses la escasez de alimentos y diversos productos ha recrudecido, lo que es atribuido por el presidente a un «sabotaje» de la oposición a fin de promover protestas sociales.

Según Psaki, las denuncias contra los tres diplomáticos se apoyan en un viaje que realizaron al estado Bolívar pero aseguró que «no hubo nada de extraordinario» en ese desplazamiento.

Los tres diplomáticos «estaban allí conduciendo sus actividades normales. Nosotros mantenemos contactos regulares a través de todo el espectro político venezolano. Y mantenemos una perspectiva amplia con relación a Venezuela», agregó.

Ambos países mantienen tensas relaciones desde el gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y carecen de embajadores desde 2010.

Pese a que hubo intentos de acercamiento, Caracas los dio por terminados en julio pasado tras críticas a Venezuela de la ahora embajadora de Washington ante la ONU, Samantha Power.

Nada de ello impide que Estados Unidos sean los principales compradores de crudo de Venezuela, que tiene las mayores reservas de ese recurso en el mundo.

La portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, se dirige a la prensa durante una conferencia el 15 de agosto de 2013 en Washington

La encargada de negocios de Estados Unidos en Venezuela y número uno de la embajada, Kelly Keiderling habla en rueda de prensa en Caracas, el 1 de octubre de 2013.

Imagen tomada del canal Telesur el 1 de octubre de de 2013 que supuestamente muestra a los diplomáticos expulsados saliendo de un edificio en Puerto Ordaz, Venezuela

Compartir: