Naciones Unidas, 24 de Septiembre ¬_RAM_.- Al concluir su intervención ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, el Presidente Juan Manuel Santos expresó que aspira a que “el fin del conflicto sea la buena noticia que traiga el Presidente de Colombia en un año a esta Asamblea”.
El presidente, Juan Manuel Santos Calderón, afirmó este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que no sería responsable con su conciencia si no buscara la paz y subrayó que el país tiene quizá la mejor y última oportunidad de poner fin al conflicto.
“Y no sería responsable con mi propia conciencia, porque hoy estamos ante la mejor oportunidad –una oportunidad real, tal vez la última– de poner fin al conflicto, y no podría morir tranquilo si no hago todo lo que esté a mi alcance para aprovecharla”, expresó el Jefe de Estado al intervenir en el 68° Periodo de Sesiones Ordinarias de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Recordó que su generación no ha conocido un solo día de paz “y mi sueño es que mis hijos y los hijos de todos los colombianos sí puedan conocerlo”.
Según un comunicado de prensa de la Casa de Nariño, el mandatario dijo que espera “que la guerrilla entienda que llegó el momento de dejar atrás esta confrontación de 50 años; que llegó el momento de cambiar las balas por los votos, las armas por los argumentos; que llegó el momento de continuar su lucha pero en democracia”.
Agradeció ante la Asamblea, a nombre de los colombianos, el apoyo recibido de la comunidad internacional en el propósito de alcanzar el fin del conflicto por la vía del diálogo.
“Y reivindicamos ante el mundo nuestro derecho a lograr la paz. Nos cansamos del miedo, nos cansamos de la violencia, nos cansamos de un conflicto que enfrenta a hijos de una misma nación y que frena nuestro desarrollo” puntualizó Santos Calderón.
Las víctimas de la violencia, el fin del conflicto, el apoyo de la comunidad internacional, la justicia transicional, la lucha contra el narcotráfico, y la protección del medio ambiente fueron los temas más destacados del discurso pronunciado este martes por el Presidente Juan Manuel Santos en el 68° Periodo de Sesiones Ordinarias de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Caso María Zabala
“Permítanme hablar de una mujer sencilla, de una mujer colombiana llamada María Zabala, que resiste todos los días el peso del dolor en su corazón.
Frente a ella y sus pequeños hijos, asesinaron a su esposo y a otros dos familiares; la obligaron a abandonar su casa, y le prendieron fuego a todo.
Hoy María Zabala es una líder valiente e inspiradora: una líder de las víctimas que trabaja por la paz”.
El conflicto
“Se calcula que en estos 50 años han muerto, por causa del conflicto, más de 220 mil personas. Eso es más del doble de las víctimas fatales en la Guerra de Bosnia, en la antigua Yugoeslavia, que fue una guerra abierta y despiadada que conmovió al mundo!
Hay que agregar a los heridos, a los mutilados por las minas antipersona, a los que han sufrido la infamia del secuestro y a los desarraigados de su propia tierra, esos desplazados que pueden sumar unas 5 millones de personas
Es el conflicto más viejo y el último del hemisferio occidental
Hemos logrado mucho en medio de esta confrontación. ¡Cuánto más podríamos hacer sin ella!”
Responsabilidad del gobernante
“Para mí hubiera sido fácil, como gobernante, seguir avanzando por el curso que llevábamos y dejar sin resolver definitivamente el conflicto. Más fácil, pero no responsable.
Porque seguir viviendo con el conflicto sería como condenar a millones de personas a muchos más años de violencia, de miedo, de pobreza, de victimización.
Y no sería responsable con mi propia conciencia, porque hoy estamos ante la mejor oportunidad –una oportunidad real– de poner fin al conflicto, y no podría morir tranquilo si no hago todo lo que esté a mi alcance para aprovecharla.
Mi generación no ha conocido un solo día de completa paz, y mi sueño es que mis hijos y los hijos de todos los colombianos sí puedan conocerla.
La misma guerrilla lo sabe muy bien que llegó el momento de dejar atrás esta confrontación de 50 años.
Llegó el momento de cambiar las balas por los votos, las armas por los argumentos, para debatir en democracia”.
Pedido a la comunidad internacional
“Hoy, ante esta Asamblea, los colombianos agradecemos el apoyo que hemos recibido de la comunidad internacional y reivindicamos ante el mundo nuestro derecho a lograr la paz.
Y quiero hacer una reflexión de fondo en esta Asamblea sobre el papel de las Naciones Unidas y las organizaciones multilaterales frente a nuestro proceso de paz. Colombia es tal vez el primer país en asumir un proceso de esta naturaleza durante la vigencia del Estatuto de Roma, lo que nos convertirá en un modelo para otros casos en que se busque privilegiar el diálogo sobre la solución armada, como debe ser.
Mi gobierno promovió el más ambicioso proyecto de ley que se conozca para atender y reparar a las víctimas en medio de un conflicto, una ley sancionada en presencia del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Nuestra obligación más urgente hoy es evitar que se produzcan nuevas víctimas; es acabar este conflicto ya, para que el ciclo de violencia y de dolor no se siga repitiendo.
Lo que planteamos a la ONU y a la comunidad internacional es que se respete el derecho de Colombia, y de toda nación, de buscar una convivencia pacífica luego de superar un conflicto.
Queremos acabar nuestro conflicto sin renunciar a la justicia, ni mucho menos a la verdad y a la reparación de las víctimas.
Que nos acompañen en este esfuerzo respetando nuestras decisiones, nuestra forma de hacer las cosas, confiando en que ellas se ajustarán al derecho interno y que estarán, además, en armonía con el derecho internacional.
Y en mi país nadie quiere –¡nadie quiere!– que la violencia se perpetúe.
En Colombia hemos adoptado un marco de justicia transicional que atiende a los principios de verdad, justicia y reparación y que esperamos nos permita hacer el tránsito a la paz.
El tribunal para Ruanda fue fundado en 1994 y solo ha logrado resolver 40 casos, de cerca de 800 mil asesinatos que se cometieron en un solo año.
El de Yugoslavia, en 20 años, apenas ha resuelto un centenar de casos.
No podemos pretender investigar todos los hechos cometidos en medio siglo de violencia y procesar a todos los responsables para luego no cumplir, pero sí podemos construir una estrategia realista y transparente que permita satisfacer de la mejor manera los derechos de todas las víctimas.
Si entendemos la justicia y el combate a la impunidad –en una transición– como un conjunto de medidas que satisfagan a las víctimas y no solo como la administración de procesos penales, es posible encontrar una solución integral para todos
Me refiero a medidas como el esclarecimiento real de lo sucedido, el reconocimiento de responsabilidad, la recuperación de confianza, el acceso a una reparación, o aquellas destinadas a garantizar la no repetición”.
No a la impunidad
“De esta manera la justicia se convierte –como debe ser– en un apoyo y no en un obstáculo para la paz.
Y quiero ser claro: NO habrá impunidad por crímenes de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra cometidos de manera sistemática.
No se trata entonces de sacrificar la justicia para lograr la paz, sino de cómo lograr la paz con un máximo de justicia”.
Narcotráfico en el conflicto
“Ahora bien, nuestro conflicto –con toda su violencia y su crueldad– ha estado atravesado por una flecha venenosa que lo alimenta y que se alimenta de él: el narcotráfico.
Sin la influencia nefasta del narcotráfico –que aviva la hoguera de nuestro conflicto– estoy seguro de que éste ya habría terminado.
Si logramos que la guerrilla, una vez desmovilizada, cambie de lado y se convierta en aliada del Estado para poner un dique al narcotráfico y terminar los cultivos ilegales, ¡imagínense lo que eso significaría!
Hoy tenemos que reconocer que la guerra contra las drogas no se ha ganado.
Y lo digo como el Presidente del país que más muertos, más sangre y más sacrificio ha puesto en esta guerra, y también el que más resultados ha obtenido en la lucha contra este flagelo y las mafias que lo sustentan.
Por eso lideré el año pasado, al presidir la Cumbre de las Américas, una propuesta para debatir y mirar diferentes escenarios en la lucha contra el problema mundial de las drogas, para evaluar lo que estamos haciendo y buscar la forma de ser más efectivos.
Encomendamos a la Organización de Estados Americanos realizar estudios con expertos, con académicos, con personas que tienen diferentes enfoques sobre cómo afrontar este problema. Esos estudios nos fueron entregados en mayo.
Por eso –porque es un problema global– esperamos que sus conclusiones se debatan también en el seno de este organismo, de las Naciones Unidas, que ya ha convocado una Sesión Especial sobre las Drogas para el año 2016”.
Protección ambiental
“Con la decisión que tomamos de duplicar el área del Parque de Chiribiquete estamos declarando reserva natural y preservando de actividades mineras y de deforestación a un área similar a la de Bélgica, y no en cualquier lugar, sino en la zona donde la Amazonia tiene su máxima diversidad biológica y cultural.
Colombia está comprometida a fondo con la protección del medio ambiente y por eso impulsamos en la Cumbre Ambiental de Rio + 20 la propuesta de establecer unos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que sean un referente obligado en la agenda de desarrollo de las próximas décadas.
Así, estamos asumiendo nuestra responsabilidad con el cambio climático –que ya nos afecta–, protegiendo las fuentes de oxígeno y de agua para la subsistencia del planeta”.
Fin del conflicto
“En mi país estamos trabajando y seguiremos trabajando para que el doloroso caso de María Zabala –y el de millones de víctimas– no se repita más, ¡nunca más! ¡NUNCA MÁS!
Yo aspiro que el fin del conflicto sea la buena noticia que traiga el Presidente de Colombia en un año a esta asamblea”.