Al menos 145 muertos es la cifra oficial de muertos que se reporta hasta el momento tras la escalada de violencia que se vive en El Cairo y en otras provincias de Egipto lo que llevó al gobierno a decretar estado de emergencia durante un mes.
La Casa Blanca condenó los actos violentos y manifestó su oposición a la declaración oficial del estado de emergencia.
El subsecretario de prensa, Josh Earnest dijo que las acciones militares para dispersar a los opositores del gobierno de turno hará más difícil lograr el establecimiento de un gobierno transitorio de cara a las nuevas elecciones presidenciales.
De igual manera el gobierno estadounidense pidió a todas las partes involucradas en las acciones ocurridas en El Cairo rechazar la violencia y resolver sus diferencias de forma pacífica.
En protesta a lo sucedido el vicepresidente de Egipto, Mohamed Elbaradei presentó su renuncia y emitió un comunicado en el que hace un llamado a la calma.
Las fuerzas militares y policiales se enfrentaron con los partidarios del presidente derrocado Mohamed Morsi, quienes exigen que sea reincorporado en sus funciones.
El ejército tomó las calles en el centro de El Cairo para desalojar los campamentos asentados desde hace más de seis semanas en apoyo al presidente derrocado.
Desde tempranas horas de la mañana los actos de violencia mancharon de sangre las calles de El Cairo mientras helicópteros sobrevolaban la ciudad lanzando gases lacrimógenos para controlar a la multitud.
Egipto que cuenta con 84 millones de habitantes está polarizado políticamente entre los que respaldan a Morsi y los millones que se oponen a su mandato.
Debido a la crisis que se vive en Egipto algunas embajadas mandaron evacuar los edificios diplomáticos en El Cairo, entre ellos Rusia y Estados Unidos.