Presidente de Interbolsa reclama como ‘víctima’ $376 millones

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La crisis del Grupo Interbolsa fue como una avalancha que arrasó a su paso con más de 520.000 millones de pesos. El dinero era, entre otros, de viudas, pensionados, trabajadores, bancos sólidos como el Bancolombia y hasta del propio expresidente de este emporio, Rodrigo Jaramillo Correa, quien también se presenta como acreedor y pretende que le paguen obligaciones por más de 376 millones de pesos. Es decir, como si fuera otra ‘víctima’ más de los impagos.

El 18 de febrero de 2013, y en ejercicio de los derechos que legalmente tiene, Jaramillo Correa le entregó al liquidador de Interbolsa S.A. cinco solicitudes.

Según se aprecia en listado de la Superintendencia de Sociedades, conocido por este diario, su mayor reclamo corresponde a tres vehículos: una Toyota 4Runner, de 183 millones de pesos; un auto de lujo, Porsche Cayenne, de 164 millones 834.000 pesos, y un Mazda 626, de 13 millones 573.000 pesos.

Estas tres pretensiones fueron rechazadas por el liquidador, debido a que la propiedad de los carros no figuraba a nombre del exdirectivo, sino de la holding de Interbolsa.

Como acreencia de tipo laboral, Jaramillo Correa pidió que le paguen 14 millones 252.910 pesos. Sin embargo, amparado en la Ley 1116 de 2006, el liquidador postergó ese crédito.

La última obligación que presentó el expresidente de Interbolsa S.A. asciende a 653.540 pesos y, reza el documento de la Supersociedades, fue rechazado, porque «no allega prueba que demuestre la obligación».

Fue reconocido el 19%
La suerte de Rodrigo Jaramillo Correa como «víctima» es tan incierta como la de muchas de las 812 personas naturales y jurídicas que presentaron 1.112 reclamaciones.

Una primera razón tiene que ver con el hecho de que el liquidador de Interbolsa S.A., Pablo Muñoz, solo reconoció 19 de cada 100 pesos que le presentaron como obligaciones pendientes de pago de la sociedad en liquidación.

A manos de este agente designado por la Supersociedades llegaron deudas por 520.000 millones de pesos.

De dicha suma, 510.292 millones corresponden al valor del capital y 8.819 millones de pesos son los intereses causados.

Los rechazos fueron la nota predominante, con 234.546 millones de pesos, o sea 45 de cada 100 pesos puestos a consideración del liquidador.

Igualmente significativa fue la suma presentada como «excluida», con 88.914 millones de pesos. Ahí habrá lugar a un rifirrafe jurídico, porque dicha suma corresponde a los tristemente célebres Bonos de Luxemburgo o Títulos Estructurados (TEC), emitidos por una filial de Interbolsa, llamada Interbolsa Holdco Company. En opinión de Muñoz, esta es una operación del mercado de valores, está registrada en la contabilidad e Interbolsa S.A. debe honrarla, cumpliendo un contrato de fiducia mercantil en garantía que suscribió.

¿Cuántos alcanzarán?
El otro elemento de incertidumbre para las víctimas es más serio. Según las cuentas del liquidador, para responder por las deudas que le presentaron, de 520.000 millones, apenas puede cubrir el 31,4 por ciento, o sea 163.324 millones de pesos. Y puede ser menos. De todo ese dinero, 93.479 millones se los deben a Interbolsa S.A., hay que recuperarlos primero y no será fácil porque muchas de estas deudas se ampararon con pagarés. Varios de los deudores dieron en prenda 408.233.060 acciones de Fabricato, que en la Bolsa de Valores de Colombia llegaron a valer más de 90 pesos y ahora están en 11,90 pesos.

Con suerte, y ese un pronóstico del liquidador, de las deudas, podría recuperarse un 10 por ciento. «Lo anterior, agrega, sin perjuicio que ante nuevos hechos en el futuro esta probabilidad de recuperación pueda aumentar o disminuir». La noticia es mala para los tumbados por Interbolsa. También para los responsables de esa crisis, porque irán detrás de sus patrimonios. El hueco final se sabrá cuando se haga una tarea pendiente: el avalúo de los bienes de la SAI de Interbolsa.

Fuente El Colombiano

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