Jóvenes, ustedes son un motor poderoso para la sociedad: papa Francisco

Compartir:

El papa Francisco llamó el miércoles a los fieles a evitar a los «ídolos» del dinero, el poder y el placer y en su lugar ayudar a los jóvenes a construir un mundo mejor, durante la homilía en la Basílica del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil.

Aclamado por millares de católicos que acudieron al templo, principal centro de peregrinación en Brasil, el papa tuvo un momento emotivo que lo dejó con los ojos llorosos al encontrarse de frente con la imagen de la Virgen de Aparecida, a la que tomó en sus manos y abrazó.

«Es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros», expresó Francisco en su sermón, marcado por el tono religioso.

Ante ello, pidió dar aliento a la generosidad de los jóvenes y ayudarles a construir un mundo mejor.

Los jóvenes, dijo Francisco hablando en portugués, «son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo».

El pontífice habló en el gigantesco templo en el interior del estado de Sao Paulo ante más de 150.000 fieles que tiritaban de frío dentro y fuera de la basílica a causa del mal tiempo que afecta el sureste de Brasil.

Pese al clima gélido, los feligreses vibraron con la llegada del carismático pontífice desde Rio de Janeiro, donde participa en la Jornada Mundial de la Juventud. Nacilda de Oliveira Silva, una diminuta empleada doméstica de 61 años fue una de las que lo recibió con emoción.

«He estado levantada casi 24 horas, la mayor parte del tiempo en pie y bajo la lluvia y el frío, pero no siento dolor. Me siento bañada en la gloria de Dios por causa del papa. Para mí es lo mismo que ver pasar a Jesús, así de conmovida me siento», expresó Silva.

El papa tenía previsto después de la homilía acudir a la Tribuna Benedicto XVI, en la parte externa del templo, para bendecir a los fieles y posteriormente iría al Seminario do Bom Jesus donde almorzaría con seminaristas, padres y obispos. Más tarde daría la bendición a unas 50 monjas que viven en tres conventos de clausura en el Santuario de Aparecida.

Francisco llegó en helicóptero a Aparecida y, tras descender, hizo un recorrido hasta la basílica en un vehículo abierto en el que iba de pie saludando a la multitud de fieles que lo aclamaban. Sus agentes de seguridad le acercaron cinco niños a los que besó a lo largo del recorrido.

Al llegar al templo, se inclinó ante la imagen de la Virgen de Aparecida y permaneció ante ella en silencio.

«Madre, te pedimos permanecer aquí, siempre acogiendo a tus hijos peregrinos y estar siempre a nuestro lado, acompañar a la gran familia de tus devotos, sobre todo cuando la cruz más nos pesa», expresó.

Después puso la imagen sobre el vidrio que protege a la imagen de la «virgen negra» y se persignó.

La basílica tiene capacidad para 45.000 personas.

El pontífice argentino fue aclamado por la multitud que se aglomeraba frente al gigantesco templo que recibe a peregrinos de todo el país que acuden a rendir ofrendas y rezar ante Nuestra Señora de Aparecida.

«Puede haber lluvia o sol, frío helado o calor sofocante, que miles y miles de personas vendrán a ver a nuestro papa porque esa es la fuerza de la fe del pueblo brasileño», manifestó Taina Alves dos Santos, una secretaria de 29 años, tiritando de frío bajo la llovizna.

Un frente frío afecta la zona sudeste de Brasil desde la llegada del papa a Brasil el lunes.

De hecho, el mal tiempo obligó al prelado a cambiar su viaje desde Rio, que iba a ser en helicóptero hasta Aparecida. Sin embargo, la lluvia y los fuertes vientos lo obligaron a tomar un avión hasta Sao José dos Campos y desde allí continuar el viaje en helicóptero hasta la sede de la misa papal.

En Sao José dos Campos había millares de fieles apostados contra la cerca que rodea la terminal aérea para ver a Francisco, quien los saludó a la distancia antes de abordar el helicóptero.

Antes de la llegada del papa a Aparecida, un animador dirigía a la multitud en himnos y cantos de «Francisco, Francisco». En medio del ondear de banderas, los asistentes cantaban con entusiasmo las canciones que emanaban de los altavoces.

Fieles en Brasil se mostraron impresionados con el estilo humilde del primer jefe del catolicismo mundial proveniente de América Latina. Ese es el caso de Isabel de Jesús, de 56 años, una devota de San Francisco de Asís que viajó desde la ciudad de Sao Paulo para ver al papa en Aparecida.

«Él es el santo de los pobres, y por lo que veo, el papa Francisco es también el pontífice de los pobres. Es una persona humilde y llena de amor por los pobres. Creo que él va a luchar por los pobres y yo estoy aquí para animarlo a dar esa lucha», expresó De Jesús mientras se resguardaba de la llovizna helada bajo un alero junto a su esposo.

El prelado tiene previsto volver a Rio al final del día para visitar un centro de atención de a drogadictos.

Compartir: