Un acuerdo cafetero sobre lo fundamental

Compartir:

Luis Genaro Muñoz, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros dice estar abierto al diálogo y al debate entre el sector y el Gobierno Nacional, asimismo, asegura que para construir una verdadera política cafetera es necesario que haya consenso en varios puntos de los cuales resalta la institucionalidad del gremio y el respeto por los acuerdos que se tenga.

En carta enviada a los agremiados y a la opinión pública, Muñoz, asegura que “la situación cafetera merece en estos momentos unos análisis profundos y completos, que vayan más allá de los argumentos, discusiones -y a veces gritos-, elocuentes o deshilvanados, que se escuchan en las conversaciones de corrillo o que algunas veces con ligereza se ventilan en los medios”.

Por eso proponemos, parafraseando la famosa frase de Álvaro Gómez Hurtado, un acuerdo cafetero sobre lo fundamental, tanto en la forma como en el fondo del debate. Así podremos solucionar los problemas, enfatiza el directivo.

Una de las principales críticas que hace Muñoz a lo que ha sido hasta ahora es el tratamiento que se ha dado a los acuerdos de Pereira y su posible incumplimiento. “Este tipo de declaraciones encuentran rápidamente eco y a sus propios autores les ofrece el protagonismo que les permite ahora visibilizarse ante la opinión pública, para en unos meses arañar un espacio en algunas de las listas que se disputarán el favor del electorado”, dice Muñoz.

Las soluciones brindadas por el Gobierno Nacional con la ley de Traslados Presupuestales por casi $3 billones, de los cuales cerca de $900.000 millones son para los cafeteros, es aceptada por la Federación pues sin duda beneficiará las políticas cafeteras, en bien de sus gentes y de sus productos, y garantizando así nuevamente que estamos cumpliendo con lo pactado.

Ahora bien, en cuanto a los puntos que debe haber consenso según el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, está en primer lugar, la institucionalidad cafetera, representada por la Federación, sus Comités de Cafeteros, Cenicafé, el servicio de extensión, cooperativas, el Fondo Nacional del Café, y la larga tradición de llegar a consensos con los gobiernos de turno sobre los temas básicos de política.

“La sólida institucionalidad que hemos construido es admirada en todo el mundo cafetero. Las instituciones cafeteras son incluso un valor universal excepcional para la Unesco. Eso no la puede sacrificar el país por una crisis de precios ni con ese mismo argumento borrar con el codo lo que se ha hecho durante tantos años con la mano”, asegura Muñoz.

El segundo aspecto tiene que ver con algunas de las vías básicas para recomponer la viabilidad económica para el cultivo del café. “La receta económica básica es elevar la productividad de sus cultivos. Prácticamente no existe economista en el mundo que no esté de acuerdo que uno de los elementos básicos de la competitividad es la productividad. Más que un axioma económico es una verdad de a puño”, expresa el directivo.

Un tercer consenso tiene que ver con la necesidad de continuar y profundizar las políticas de mitigación y adaptación al cambio y a la variabilidad climática. “Programas de protección ambiental, de conservación del agua, nuevas variedades que se adapten a los nuevos desafíos del clima, programas de renovación y reconversión con visión regional, son algunos de las muchísimas acciones que se han venido realizando y que hay que mantener e intensificar, ya que a la luz de los resultados obtenidos se justifica seguir por esta línea”, cita la carta enviada.

Otro consenso, es la estrategia de negocio. En este punto Muñoz hace una serie de cuestionamientos a sus agremiados para que reflexionen sobre las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas de cada productor. Además, dice que hay evaluar las condiciones laborales y de qué manera se quiere vivir del café.

“Existen otros consensos, más relacionados con la coyuntura actual, que vemos indispensables proponer. En primer lugar, ¿queremos que los subsidios otorgados por el Gobierno y el Congreso les lleguen efectivamente a los cafeteros? Si eso es lo que queremos, cómo nos aseguramos que esto pase y que los recursos no sean desviados. ¿Evitando los controles? Si los firmantes del acuerdo de Pereira de marzo acordaron exigir facturas para el procesamiento y desembolso del subsidio ¿por qué hay quienes ese requisito elemental les estorba? ¿Exigir factura y verificar que quienes reciben el PIC lo hacen de acuerdo con su capacidad productiva es incumplir un acuerdo?”, expresa Muñoz.

Finalmente, asegura que es necesario evitar la difamación, el de no decir mentiras en favor de unos intereses, ya sea gremiales, políticos o regionales. “Esta actitud en nuestro sentir no solo afecta a las instituciones y a las personas, sino al sector en su conjunto”, sentencia. “Estamos, entonces, con las cartas sobre la mesa, poniendo la cara y con argumentos a la vista, dispuestos al diálogo, como siempre ha sido nuestro proceder, pues los conflictos se solucionan no por la demostración de la fuerza sino por la exposición de las opiniones fundamentadas”, concluye el dirigente cafetero.

Fuente COLPRENSA

Compartir: