Seguidores de Mursi protestan en Egipto, Ejército muestra su poder

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EL CARO (Reuters) – Miles de seguidores del derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi se manifestaron el viernes en El Cairo para demandar la restauración del derrocado líder islámico, pero las Fuerzas Armadas no mostraron señales de hacer concesiones.

Más de dos semanas después de que el poderoso Ejército de Egipto sacó a Mursi del poder, aún no había señales de un posible acuerdo para apaciguar la crisis, que ha dividido al país árabe más poblado del mundo y alarmado a sus aliados occidentales.

Las Fuerzas Armadas hicieron una nueva demostración de poder, con ocho jets sobrevolando los cielos de la capital por la mañana y por la tarde, junto a dos formaciones de helicópteros con banderas egipcias.

Miembros de los Hermanos Musulmanes marcharon en El Cairo, Alejandría y otras ciudades con sus propias banderas egipcias y retratos de Mursi, denunciando un golpe de Estado.

«Hemos venido para restaurar la legitimidad», dijo Tarek Yassin, de 40 años en El Cairo.

Soldados impidieron que los manifestantes se acercaran a las instalaciones militares y se produjeron reportes de algunos incidentes menores, con las fuerzas disparando gases lacrimógenos para dispersar a quienes rodeaban el palacio presidencial en El Cairo, dijo la agencia de noticias estatal.

El Ejército dijo que tuvo que intervenir después de protestas masivas contra Mursi, quien fue criticado como incompetente y parcial, y ha designado un gabinete interino para prepararse para celebrar elecciones. Este no cuenta con ningún miembro de los Hermanos Musulmanes ni de otros partidos islamistas que estaban previamente en el Gobierno.

Al menos 99 personas han muerto en hechos de violencia desde el derrocamiento de Mursi el 3 de julio. Más de la mitad fallecieron cuando tropas dispararon contra los manifestantes en El Cairo el 8 de julio.

VIGILIA ININTERRUMPIDA

Los seguidores de Mursi han mantenido una vigilia ininterrumpida afuera de una mezquita en el suburbio Ciudad Nasr de El Cairo. Miles de simpatizantes acudieron el viernes al lugar para unirse a las protestas que normalmente cobran número después de las plegarias del mediodía.

Un enorme cartel mostraba una foto de Mursi con banderas egipcias detrás y decía: «Juntos para apoyar la legitimidad».

Estados Unidos, el principal aliado occidental de Egipto, ha intentado andar con pies de plomo en la crisis, aún sin decidir si calificar la caída de Mursi como un golpe militar, una decisión que forzaría a Washington a suspender sus suculentos programas de ayuda para El Cairo.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, telefoneó al nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Nabil Fahmy, para expresar sus esperanzas de que el período del Gobierno transitorio sea exitoso, dijo el viernes un portavoz de la Cancillería egipcia.

En su primer discurso desde que asumió, el presidente interino Adli Mansour prometió el jueves por la noche luchar contra las personas que dijo querían desestabilizar el país.

«Estamos atravesando una etapa crítica y algunos quieren que nos movamos hacia el caos y nosotros queremos avanzar hacia la estabilidad. Algunos quieren un camino sangriento», dijo Mansour en un discurso televisado. «Pelearemos una batalla por la seguridad hasta el final», agregó.

Tamarud, el movimiento juvenil que organizó las manifestaciones masivas contra Mursi el 30 de junio, también está planeando movilizaciones el viernes, incluyendo una cerca de la vigilia de los Hermanos Musulmanes en Ciudad Nasr.

(Reporte adicional de Maggie Fick y Yasmine Saleh; Escrito por Crispian Balmer. Editado en español por Lucila Sigal y Javier Leira)

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