Durmiendo con el enemigo

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Por Rudames

BOGOTA, 13 de Julio ¬_RAM_ Nadie entiende el comportamiento del vicepresidente de la república Angelino Garzón, quién fue llamado a formar la dupla de Gobierno con el presidente Santos y el ciudadano común y corriente pensaría que era para colaborarle y ha ocurrido todo lo contrario, porque son muy fuertes las críticas que ha tenido no solo con el propio presidente Santos sino con sus colegas de gobierno, lo que ha sido calificado como burdo y digno de un triste espectáculo.
Sabemos la vocación de sindicalista del vicepresidente y sabemos también que es un rebelde, no sabemos si con causa o sin causa, pero de verdad que sus salidas en falso en más de una oportunidad hacen que el ciudadano de a pie se pregunte, porqué es enemigo de una administración en la que se llamó muy amablemente a tomar parte y lo peor del caso es que se habla de la importancia o no de la Vicepresidencia y se pregunta en la calle jocosamente, que es lo que hace un vicepresidente?.
Y de verdad que no hay tareas específicas, porque según se dice es el que debe de reemplazar de manera definitiva al Jefe del Estado en el caso de que éste por una circunstancia grave deje su cargo.
Hablamos en esta oportunidad de Angelino Garzón, porque no es la primera vez que la emprende contra sus colegas de gobierno, diciendo palabras y comentarios que no deben de ser en público, las que arman controversia y lo peor del caso es que no tienen ninguna justificación ni sustento firme, para que sean consideradas válidas al criticar lo que se hace desde adentro del Gobierno, como en el caso de sus ataques contra el Ministro de Hacienda y su antecesor Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Echeverry.
No está bien que un alto dignatario como es el Vicepresidente diga que un ministro debe de untarse del pueblo, porque demuestra que sus palabras están cargadas de un resentimiento social que no tienen ningún soporte, puesto que sus colegas han trabajado buscando soluciones a los problemas agropecuarios y a los paros que se han presentado, tratando de buscar la manera de que los impuestos no sean fuertes y se encuentren soluciones a los problemas que se han presentado.
Todo el mundo quedó perplejo cuando el pasado jueves Garzón le pidió al ministro Cárdenas en palabras no muy adecuadas, que se bajara del pedestal, que se untara de pueblo y que esto sería bueno para él, palabras que miradas desde el punto de vista político son innecesarias y que en vez de hacer el bien, prende la hoguera de la discordia, lo que agravará más la situación del país en estos momentos, en donde el Gobierno Nacional busca por medio de los diálogos con la Guerrilla que esté presente la institucionalidad, y que se debe de evitar que el ex líder sindical, hoy en el Gobierno no fracture la unidad del ejecutivo con enfrentamientos en momentos inoportunos.
El gobierno Santos ha tenido que enfrentar uno de los paros campesinos más fuertes que se hayan presentado, como es el de la región del Catatumbo en el Norte de Santander, y es grave esto porque se está jugando el futuro de los diálogos con la guerrilla y según los entendidos esta puede ser la cuota inicial de la peligrosa disputa por las llamadas reservas campesinas; además de tener que enfrentar al sector agropecuario que no está afiliado a ningún gremio y que buscan subsidios y que para ello no han buscado otra forma que llamar a un paro nacional para el próximo mes de agosto.
Son muchos los factores que hay que tener en cuenta y por los cuales el Vicepresidente debía de tener mas cuidado en sus palabras y no aprovechar que éste sea el momento para buscar los votos que necesita para sus aspiraciones políticas así llegando a la agitación, para ganar adeptos y como dice el dicho lograr que en rio revuelto haya ganancia de pescadores.
Admiramos el trabajo y los logros alcanzados por el vicepresidente Garzón, pues desde abajo ha comenzado una carrera exitosa y es más, llegó a conseguir su cartón de periodista, lo que lo haría mirar las cosas de manera más crítica pero más positivas, para el bien del país y en vez de ser un incendiario debería de convertirse en ese bombero que necesita Colombia en este momento, de verdadera crisis en donde muchos no quieren reconocer el trabajo del ejecutivo y que luchan por lograr sus intereses personales, sin importarles a quien dejen regado en el camino.
Aquí quiero aclarar algo, son muchos los que preguntan si es que el autor de esta columna es adepto al gobierno Santos y mi respuesta es NO, lo que sucede es que puedo mirar lo bueno y lo malo que se hace y creo que la balanza está bien, a pesar de ser necesarios algunos cambios y mirar cómo se puede sacar buen partido a los errores que se cometen en algunos sectores.
Hay muchas cosas buenas en Colombia, pero parece que fuéramos felices divulgando lo malo y no tratando de salir adelante como sería lo mejor.
Llama la atención que después de la equivocación de Shakira en la antesala de un partido de la Selección Colombia, ahora en el momento de cantar el Himno Nacional a la gente no le importa la voz del artista sino de darse cuenta en qué está fallando, porque de verdad parece que los colombianos fuéramos felices con comer prójimo y acabar con nuestros coterráneos, como en un programa de farándula y de chismes en donde lo importante es demostrar lo malo de las personas y no lo que hacen los artistas buenos que son muchos los que tenemos .
Debíamos de empezar una campaña para buscar el bien del país, principiando por educar a nuestros hijos a querer el país, a los políticos que no destaquen tanto las cosas malas, al Vicepresidente que piense antes de hablar y que cuando hable no todo sea negativo y a mis colegas los periodistas que le contemos al mundo todas las cosas buenas que hace más del 95% de personas que forman parte de esta bella Colombia.
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