El transporte público terrestre y fluvial en el Chocó se encuentra semiparalizado este viernes por amenazas de la guerrilla comunista de las FARC, informaron autoridades locales.
La parálisis afecta principalmente el transporte entre las poblaciones más apartadas de este empobrecido departamento sobre el océano Pacífico, debido a panfletos con amenazas a los transportadores que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron circular clandestinamente.
Luis Gilberto Murillo, gobernador de Chocó, indicó que el transporte terrestre entre la ciudad de Quibdó (capital del departamento, 620 km al oeste de Bogotá) y la región de San Juan está paralizado.
El transporte aéreo también resultó afectado, reconoció Murillo, quien pidió al gobierno del presidente Juan Manuel Santos el envío de más fuerza pública.
«Necesitamos mayor presencia de efectivos del Ejército y la Policía», dijo en declaraciones a la radio privada RCN de Bogotá, tras advertir que «hay temor en la comunidad por el paro armado».
Indicó que en su departamento están presentes las guerrillas izquierdistas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las denominadas bandas criminales (grupos armados de extrema derecha vinculados al narcotráfico), como los Rastrojos y los Urabeños, dijo.
Por su parte, el coronel Álvaro Cubillos, comandante de la brigada primera de la infantería de Marina, dijo a la radio privada Caracol de Bogotá que el transporte fluvial ha disminuido un 50%.
Dada la ubicación geográfica de ese departamento y las pocas carreteras, el transporte fluvial es muy usado, por lo que el coronel aseguró que la infantería de Marina está en capacidad de brindar protección a las lanchas.
El general Rodolfo Palomino, comandante de seguridad ciudadana de la Policía, advirtió a los transportistas que podrían perder sus permisos de operación si no prestan el servicio.
«No se pueden negar a prestar el servicio haciendo eco a panfletos distribuidos de manera clandestina», dijo.
Las FARC son la principal guerrilla del país, con 47 años de lucha armada contra el Estado, y cuentan con unos 9.000 combatientes, según estimaciones del Ministerio de Defensa.