‘Nos preocupa que se quiera debilitar los gremios’ : Fedepalma

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Con un llamado a fortalecer la institucionalidad gremial, el presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington, dio inicio ayer al XLI Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, que se lleva a cabo en la capital del Magdalena hasta el 31 de mayo. De acuerdo con Mesa, en Fedepalma»no dejan de preocuparnos los embates que intentan debilitar la institucionalidad gremial; pues más allá de los intereses de cada parte, lo que está en juego es la vocería legítima de los sectores productivos organizados, sin la cual no es posible adelantar una interacción eficaz: gobierno, gremio y productores, para poder avanzar en el desarrollo de los sectores del país».

Y agregó que: «a pesar de las diferencias que puedan existir sobre algunas políticas o decisiones, creemos que es en el diálogo tripartito: gobierno, empresarios y gremios, donde se construyen las soluciones. Porque esa es la esencia gremial, ser un puente que une, que comunica, que tiende lazos de unión. El llamado desde Fedepalma va encaminado a que la relación entre el gobierno, los gremios y los empresarios se dé bajo un diálogo constante, de reconocimiento mutuo y reglas claras.»

«La competitividad de nuestro sector depende del trabajo conjunto y bien coordinado del gobierno, el gremio y los productores, cada uno cumpliendo su rol y sus tareas con excelencia», enfatizó Mesa.

En ese sentido, el directivo gremial hizo un llamado a los productores presentes y recordó que, aunque Colombia ha logrado ubicarse en el cuarto lugar de producción de palma de aceite en el mundo, ser el primer productor de América y superar a la histórica cifra de un millón de toneladas anuales -como sucedió en el pasado abril-,es necesario fortalecerse a través de la implementación de buenas prácticas en materia agrícola, empresarial, social y ambiental.

«Uno de los principales objetivos de Fedepalma es elevar las prácticas en todos estos frentes», dijo Mesa, e invitó a que «con renovado compromiso, nos acompañen en esta tarea».

Las enfermedades fitosanitarias y los bajos rendimientos han hecho que en los últimos años la productividad de la palma de aceite se haya reducido en un 25%, esto es 250.000 toneladas menos en 2012, alrededor de 200 millones de dólares que se dejaron de percibir en la agroindustria palmera.

En ese sentido, Mesa Dishington alertó a los productores presentes que si bien el gremio y el gobierno están haciendo su parte para enfrentar estas problemáticas a través de una estrategia de fortalecimiento técnico, con base en los núcleos palmeros y la inyección de recursos de financiación, no se observa el compromiso necesario de algunas extractoras y productores.

«Si queremos obtener resultados diferentes a los actuales, debemos hacer las cosas de una manera distinta. El gremio y el gobierno estamos ahí para ayudar, pero no podemos suplantar a los productores ni hacer el trabajo en las fincas. Los mayores actores de cambio de esta realidad deben ser los propios productores». Y al respecto señaló que ya hay una nueva línea de financiamiento y de un Incentivo a la Capitalización Rural – ICR Sanitario, de 40% para pequeños productores, 30% para medianos y 20% para grandes productores.

El Presidente Ejecutivo de Fedepalma aprovechó para agradecer al saliente ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo Salazar, quien tomó este problema como una de sus prioridades; así mismo, reconoció el trabajo adelantado en este aspecto por otras entidades adscritas al ministerio, como el ICA, Finagro y el Banco Agrario.

MIRAR HACIA AFUERA

En cuanto al futuro de la agroindustria de la palma de aceite señaló que el consumo de aceite de palma en el mercado local ya podría estar saturado, por lo que los productores o nuevos inversionistas que quieran seguir sembrando deben mirar hacia el exterior, «lo que significará esfuerzos extras no solo por los mayores costos de exportar debido a las dificultades de infraestructura, sino porque será necesario incorporar mejores prácticas de sostenibilidad sociales y ambientales que no solo garanticen el acceso a nuevos mercados sino también una agroindustria de excelencia.

Señaló que si bien los precios cayeron 11% en promedio en 2012, aún siguen siendo altos comparados con el promedio histórico, y por eso es necesario estar preparados para ser competitivos aun con precios bajos.

Más allá de los problemas estructurales, como la revaluación y la infraestructura -que están en manos del Gobierno- Mesa dijo que, en primer lugar, la mejor forma de blindarse ante la volatilidad de precios es tener cultivos sanos y muy productivos; pero también aprovechar las nuevas fuentes de ingreso que ofrece esa agroindustria, a través de sus subproductos, que si son usados eficientemente podrían representar ingresos adicionales del 30% a una planta extractora, según estimaciones de algunos expertos.

Destacó que gracias al liderazgo de Colombia en el área de biocombustibles, este año se consolidará la mezcla del 10% de biodiesel en todo el país, pero pidió al Gobierno señales más claras en cuanto al propósito de llegar al 20%, tal y como se ha planteado, y por lo que se sembraron nuevas hectáreas que entrarán pronto en etapa productiva. Por último, sobre el proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana, Mesa dijo que el gremio anhela la paz y celebró que «en el marco de estas negociaciones, (se haya alcanzado) un acuerdo sobre el primer punto de la agenda, el de tierras y desarrollo rural integral, pero sin conocer su contenido y alcance, difícilmente podremos pronunciarnos frente a él y mucho menos respaldarlo».

Y concluyó: «Es lamentable ver que muchas peticiones que campesinos y agricultores, a través de sus gremios y representantes legítimos, hemos presentado al Gobierno Nacional y a la sociedad por años, ahora sí, aparentemente, recibirán atención, fruto de una negociación con los violentos. Así para muchos pase inadvertido, esto es una forma de validar las vías de hecho y deslegitimar las instituciones democráticas».

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