Obama califica de «atroz» el asesinato de un soldado en Londres

Compartir:

Washington.- El presidente Barack Obama condenó el jueves el asesinato de un soldado británico la víspera en Londres, al que calificó de «acto atroz», y aseguró que Estados Unidos era solidario con el Reino Unido «contra el extremismo violento y el terrorismo».

«No puede haber absolutamente ninguna justificación de tales actos. Pensamos en la familia de la víctima, y rezamos por ella, así como por la Policía y los servicios de seguridad que enfrentaron este acto atroz», señaló Obama en un comunicado, destacó AFP.

El miércoles al principio de la tarde, dos hombres agredieron en una calle del sureste de Londres a un soldado vestido de civil, al que apuñalaron varias veces con cuchillos de cocina y un hacha de carnicero y lo dejaron en medio de la calle. Ambos agresores permanecieron en el lugar del crimen e invitaron a los transeúntes a filmar o fotografiar la escena.

Para varios expertos británicos, este acto es probablemente responsabilidad de «lobos solitarios» adoctrinados en foros de internet que difunden sangrientos videos de decapitaciones y ejecuciones filmadas en Siria, Afganistán o Irak por grupos islamistas que comparten la ideología radical de Al Qaida.

En Londres, dos personas más fueron detenidas el jueves en conexión con la investigación del brutal asesinato de un soldado británico por parte de dos supestos islamistas en Londres, anunció Scotland Yard.

Un hombre y una mujer, ambos de 29 años, fueron detenidos como «sospechosos de conspiración para asesinar», agregó en un comunicado la policía, que la víspera ya detuvo a los dos presuntos autores.

El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, instó hoy a la calma y a mantener la cohesión social frente al asesinato ayer en Londres de un soldado a manos de dos presuntos islamistas radicales que ya han sido detenidos.

En una declaración en el número 10 de Downing Street, tras reunirse con los servicios de seguridad, el jefe del Gobierno subrayó que el crimen, perpetrado según los atacantes en nombre de Alá, es «una traición al Islám» y dijo que «la mejor manera de combatir el terrorismo es mantener la normalidad», acotó Efe.

Cameron se esforzó por mantener un sentimiento de unidad nacional cuando ya se han registrado ataques a dos mezquitas en Inglaterra y una manifestación del grupo de extrema derecha English Defense League (EDL) en contra de los musulmanes.

«Quienes cometieron esto intentaron dividirnos. Pero deben saber que algo así solo nos unirá y nos hará más fuertes», insistió el «premier», quien recordó que las organizaciones islámicas han condenado en bloque el asesinato.

Dos hombres, que según los medios británicos son británicos de origen nigeriano, fueron detenidos por el asesinato a cuchilladas de un soldado en pleno día en el barrio de Woolwich (sur de Londres).

Los dos sospechosos, que resultaron heridos por disparos de la Policía, están hospitalizados bajo custodia -uno de ellos en estado grave- mientras prosiguen las investigaciones.

Unos 1.200 agentes de policía adicionales patrullan las calles de Londres, si bien Reino Unido no ha elevado su nivel de alerta terrorista aunque ha aumentado la seguridad en los cuarteles militares.

Según Cameron, los presuntos asesinos eran conocidos por los servicios de seguridad, que les tenían fichados aunque no consideraban que fueran a perpetrar un ataque.

La cadena pública BBC ha identificado a uno de los agresores como Michael Adebolajo, de 28 años y criado como cristiano, mientras que la Policía Metropolitana de Londres (MET o Scotland Yard) no ha confirmado apenas detalles de la investigación.

Según los medios británicos, al menos Adebolajo es un converso al Islám que se radicalizó hace diez años, pero no se han hallado conexiones con el grupo islámico radical nigeriano Boko Haram.

En un vídeo grabado por un transeúnte -el suceso ocurrió delante de varios testigos- y emitido por el canal ITV puede verse a uno de los sospechosos hablando sin ocultarse de la cámara, mostrando en sus manos ensangrentadas un machete y un cuchillo.

El hombre, de raza negra y acento británico, grita que «la única razón por la que hemos hecho esto es porque hay musulmanes muriendo cada día» y que «este soldado británico es el ojo por ojo y el diente por diente».

Las autoridades sí han confirmado el registro de dos domicilios en relación con el suceso: una en el condado de Lincoln (centro de Inglaterra) y otro en un bloque de viviendas de protección oficial en el barrio londinense de Greenwich, cercano al lugar de los hechos.

El soldado asesinado, identificado como el joven Lee Rigby, estaba asentado en los barracones de Woolwich, que la reina Isabel II tenía previsto visitar la semana próxima, un acto que no ha sido cancelado.

Nacido en Manchester hace 25 años e hincha del United, Rigby tenía un hijo de dos años y tocaba el tambor con su regimiento.

Aún con la memoria fresca de los atentados terroristas del 7 de julio de 2005 en Londres y las posteriores tensiones contra los musulmanes, el Gobierno y la Policía se esfuerzan por mantener la paz social mientras se aclaran los detalles del suceso, con la esperanza de que sea un hecho aislado.

Cameron subrayó hoy que el ataque, que calificó de «profundamente perturbador» y «enfermizo», fue «sola y puramente» responsabilidad de los autores, en un claro intento de proteger a la comunidad musulmana de posibles represalias.

Todas las organizaciones musulmanas han condenado con firmeza el ataque, que el Consejo Musulmán del Reino Unido calificó de «acto bárbaro, sin ninguna base con el Islam».

El primer ministro, que presidió por la mañana una reunión del comité de emergencias Cobra, prometió ofrecer a su debido tiempo más respuestas a los ciudadanos, que se preguntan por las motivaciones y los contactos de los presuntos asesinos.

Compartir: