BOGOTA, Colombia — El ex senador César Perez fue condenado el miércoles a 30 años de cárcel como autor intelectual de una masacre de 43 personas perpetrada por paramilitares en el norte del país en 1988, informó la Corte Suprema de Justicia.
Pérez García, de 78 años, fue hallado responsable de la comisión de un «crimen de lesa humanidad» en los hechos sucedidos la noche del 11 de noviembre de 1988 en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia y a unos 300 kilómetros al noroeste de Bogotá.
El defensor de Pérez García, abogado Jorge Aníbal Gómez, aunque dijo vía telefónica a The Associated Press que respetaba la sentencia, la calificó de injusta.
La oficina de prensa de la Corte Suprema informó telefónicamente que Pérez fue encontrado culpable de los delitos de homicidio, lesiones personales y concierto para delinquir, la asociación de dos o más personas para cometer un número indeterminado de crímenes.
Pérez García había sido arrestado en julio del año pasado y desde entonces ha permanecido detenido en La Picota, una cárcel ubicada en el sur de la capital colombiana.
Con la confesión del paramilitar Alonso de Jesús Baquero, alias «Vladimir», «se dio paso a la presunta participación del doctor César Pérez García como determinador de los hechos, al develar Vladimir las relaciones entre el ex congresista (y los jefes paramilitares) Henry de Jesús Pérez y Fidel Castaño Gil, de su actuar para cumplir la misión encomendada, como era incursionar en la población de Segovia… dado el interés político del líder liberal de recuperar ese municipio que otrora había sido su fortín político», sostuvo la Corte Suprema en la acusación contra Pérez García en marzo de 2011.
Según Gómez, a su defendido sólo lo implicaba el testimonio de «Vladimir», «una persona que lo involucró a él cinco años después de la masacre, para obtener beneficios. De modo que era una persona en la que no se podía creer». Por eso insistió en que «uno acata y respeta las decisiones, pero no me parece justo».
El ex congresista había sido investigado en el pasado por la Fiscalía como autor intelectual de la masacre, pero como nunca se tomó la decisión de enjuiciarlo el plazo para juzgarlo prescribió en noviembre de 2008. Sin embargo, la Corte Suprema retomó el caso luego de que a fines de 2009 resolvió que los delitos de lesa humanidad no prescriben y por tanto Pérez García volvió a quedar bajo investigación. En Colombia, las investigaciones por el delito de homicidio prescriben o se archivan a los 20 años si las autoridades judiciales no han ubicado y procesado a los responsables.
La pesquisa hecha por la Fiscalía en las décadas de 1980 y 1990 sostenía que la masacre habría sido cometida en venganza por la derrota que los partidos tradicionales -como el Partido Liberal, en el que militaba Pérez García y quien era un dirigente de la zona de la matanza- habían sufrido en las elecciones para alcaldes de marzo de 1988 a manos de la Unión Patriótica.