Gabinete de Ollanta Humala pierde al último izquierdista

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Lima. El gabinete ministerial del presidente peruano Ollanta Humala se quedó sin el que se consideraba el último sobreviviente izquierdista del equipo, al renunciar el titular del Exterior, Rafael Roncagliolo.

Aunque Roncagliolo, un sociólogo de 68 años, argumentó razones de salud para la dimisión, aceptada de inmediato por Humala, su salida se dio en momentos en que sectores políticos y mediáticos, en especial conservadores, lo fustigaban por supuestos errores en el manejo del cargo.

En ese marco, en el ambiente político de daba por hecho que el canciller se iría este año, aunque todos descontaban que sería después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya dé su veredicto en el caso que tiene el Perú frente a Chile por los límites marítimos. «Se han consumado los hechos. Estas críticas han llevado a aislar al canciller con interpelaciones, llamadas al Congreso, con una actitud conflictiva, cuestionando los permisos de viaje del presidente.

Tendrán que responder aquellos que han interferido en la política exterior del gobierno», dijo el parlamentario Daniel Abugattás, uno de los principales portavoces del oficialismo. Roncagliolo dejará su lugar a la hasta hoy ministra de Justicia, Eda Rivas, abogada centrista muy próxima política y personalmente al presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez.

El canciller saliente, cuyo izquierdismo no era de una militancia activa sino de un perfil intelectual y teórico, fue duramente atacado desde que asumió el cargo en 2011 como primer jefe de la diplomacia del gobierno de Humala. Otros ministros centroizquierdistas o abiertamente izquierdistas fueron cayendo por el camino, y ahora, coinciden los analistas, Humala, quien llegó al poder con un discurso de cambio, trabaja con un gabinete de conservadores, liberales de derechas y centristas. Roncagliolo debió responder a todo tipo de interpelaciones e interrogatorios del Congreso, los más recientes, paradójicamente, por cuenta de las relaciones con dos países del bloque izquierdista, Venezuela y Ecuador.

A Roncagliolo se le criticó desde la oposición por supuestamente haber promovido el encuentro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que presuntamente legitimó el triunfo del presidente Nicolás Maduro y por el viaje de Humala a Caracas para la posesión. Pero, paradójicamente, fue también blanco de ataques verbales de Maduro, que lo tildó de «injerencista» y le pidió «que no se meta con Venezuela» por haber dicho además que la Unasur debería impulsar un diálogo entre el gobierno y la oposición en el país caribeño.

Con Ecuador un incidente menor llegó a grandes dimensiones, cuando el presidente Rafael Correa se negó a retirar a su embajador en Lima, Rodrigo Riofrío, después de que se trenzara a golpes con un par de mujeres en un supermercado por una discusión sobre el orden de la fila para pagar.

Aunque el asunto se arregló luego y Riofrío no volvió a Lima, la oposición acusó a Roncagliolo de haber manejado mal el caso. Parlamentarios de derechas, como Alberto Beingolea, solían decir que el canciller solo sobrevivía por el tema de La Haya.
Fuente DPA

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