Por María Isabel Basteiro M. Corresponsal en Europa
La noticia europea –no queda otro remedio- sigue siendo España. Y más que eso, que –como era predecible- Mariano Rajoy obtiene mayoría, con lo cual, será el próximo presidente de la Madre Patria. Seguro que Angelita Merkel saborea un buen jamón serrano frente a su televisor alemán; mientras Sarkozy hace lo suyo en el Elíseo dándole el biberón a la Bruni pequeña.
Como era de esperar y aún sin ningún dato oficial el PP –hasta ahora partido de la oposición- adelanta por mucha diferencia al PSOE –partido de gobierno durante siete años y medio-.
Pero esa no es la verdadera noticia. Lo sorprendente es lo que ocurre en Cataluña, allí donde dicen no ser españoles y donde al champán de toda la vida, le dicen cava, precisamente porque es hecho en Cataluña ¡ganaron los socialistas! No es fácil de creer si se ve la realidad desde fuera, menos cuando fueron ellos los que llevaron al poder a José Luis Rodríguez Zapatero. Pero es muy comprensible porque gracias a esa “impagable deuda”, el Presidente favoreció de forma clara a los catalanes. Esto fue, al menos, lo que Carme Chacón -cabeza de lista del socialismo en Cataluña y actual ministra de defensa- le recordó a los catalanes en su discurso de lanzamiento de campaña. (Porque aquí en España se puede ser candidato y a la vez estar en el gobierno). La “chica” que hoy es, dicho sea de paso, la exultante ganadora le dijo a los catalanes hace un mes escaso: “Zapatero ha invertido en Catalunya 15.000 millones de euros ejecutados del 2004 al 2011 frente a 6.000 millones de 1996 al 2004” (en clara alusión al último periodo de José María Aznar, último Presidente del PP). El recorderis sirvió y hoy más que nunca, los catalanes son socialistas. Socialistas sí; pero ¿españoles no?
Cabe aclarar que en Catalunya hay un buen número de abstencionistas que por no votar tuvieron, precisamente un gran carácter decisivo. Y cabe aclarar también que no todos los catalanes están de acuerdo con eso de “no ser españoles”, pero eso es harina de otro costal. A lo que vamos: la gran Barcelona y sus alrededores, entiéndase Gerona, Lérida y Tarragona, las otras tres provincias que integran Cataluña, son hoy más pro-socialismo que nunca. Y lo hicieron quizás porque son los “Populares” los que menos favorecen la independencia de Cataluña.
He aquí un último bastión socialista en España y qué importante es.
Ojalá Rajoy sepa hacer tortillas ¡y le eche muchos huevos!