Un Alto Mando militar de Guinea-Bissau que recientemente fue capturado en aguas internacionales al oeste de África por tráfico de drogas, está señalado por el Departamento de Justicia de tener vínculos con diversas facciones terroristas alrededor del mundo, incluyendo a la guerrilla de las Farc; el militar africano se encuentra a la espera por un juicio en una corte de Manhattan, EEUU.
Se trata del general Antonio Indjai, capturado a principios de abril durante una operación encubierta por la DEA, y está sindicado de ser uno de los principales enemigos de EEUU, a raíz de sus contactos con grupos extremista como la Hezbollah, los Talibanes y la principal guerrilla colombiana.
Según lo informó el portal de internet www.npr.org, Antonio Indjai estuvo involucrado en el tráfico de drogas, y de a cuerdo con las pruebas halladas en su captura, el hombre mantenía operaciones secretas con las FARC que permitían utilizar el país africano como punto de tránsito para la cocaína, y el suministro de misiles tierra-aire.
El general Indjai, es considerado uno de los capos de droga de Guinea-Bissau, y fue capturado en una operación marítima por agentes de la DEA que estaban en cubierto a bordo de uno de los yates de lujo del militar, en la embarcación se iba a llevar a cabo el cierre de una de las negociaciones de tipo ilícito.
El Departamento de Justicia, aseguró que en la captura el ex jefe naval de Guinea-Bissau, junto con otras cuatro personas, fueron retenidos por ser los principales organizadores de las operaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, Hezbollah y los talibanes.
“Guinea-Bissau ha sido probablemente el narco por excelencia en los últimos años”, dice Stewart Patrick, un funcionario del Consejo de Relaciones Exteriores y director de sus Instituciones Internacionales y Programa de Gobernabilidad Global.
Por su parte, el General John Kelly, oficial superior en el Comando Sur de los EE.UU y supervisor de América Centra y del Sur afirmó que la cocaína se dirigía hacia el norte de los Estados Unidos, asegurando así que los narcotraficantes aún están moviendo toneladas de drogas a través del Atlántico por medio de submarinos.
“La cocaína se mueve a través de África, los fondos de un montón de cosas criminales, incluyendo el extremismo religioso y el terrorismo”, manifestó Kelly, quien afirmó a diversas agencias de periodismo, que está monitoreando cuidadosamente la compleja red que se extiende hasta territorio norteamericano.
“El trato fue arreglado con mucha técnica, sabíamos todo lo que pasaba, personas, drogas, dinero,” puntualizó el funcionario.