Hay algo de Boston en mí, de mi etapa de cuando era estudiante, como le ocurre a Michelle también. Los dos hemos paseado por estas calles, las conocemos, y seguimos diciendo que Boston es nuestra casa, por todo ello, para millones de nosotros lo que ocurrió el lunes es algo personal». Con estas palabras el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha intervenido en el funeral por las víctimas del atentado en Boston, una ciudad «mal elegida» por parte de aquellos que querían «amedrentar a Estados Unidos».
Obama ha lanzado un sentido mensaje de unidad nacional, arrancando en múltiples ocasiones el aplauso de los asistentes, al tiempo que ha querido enfatizar la advertencia que mantiene desde el lunes destinada a los responsables del ataque: «Sí, os vamos a encontrar. Sí, os vamos a llevar ante la justicia. Vamos a encontrar a los responsables y con ellos reforzaremos nuestros valores».
El oficio religioso ha tenido lugar en la catedral católica de la Santa Cruz, y, con el templo repleto, el mandatario también ha subrayado que Boston siempre «abre su corazón al mundo… a hombres de todas las razas». «Boston, no tengo ninguna duda de que volverás a correr, volveréis a correr para demostrar a esa gente de lo que estamos hechos. Terminaremos la carrera. ¿Quién puede detenernos?», ha añadido emocionado.
Las tres víctimas mortales de la tragedia, Richard Martin, un niño de ocho años, Krystle Campbell, una estudiante de 29 años y una joven china, Lu Lingzi, también han estado presentes en la intervención de Obama, quien ha asegurado que su muerte «no tiene ningún sentido».
Antes de las palabras del presidente de EE.UU. la ceremonia comenzó de la mano del alcalde de Boston, Tom Menino, quien agradeció las labores realizadas tanto por los servicios de emergencia como por los ciudadanos anónimos que el lunes ofrecieron su ayuda: «Nada nos podrá abatir, porque nosotros cuidamos los unos de los otros. Nunca he querido tanto a Boston y a su gente como los quiero ahora», ha asegurado Menino, que ejerce el cargo desde 1993.