Boston: Bombas escondidas en ollas de presión

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Las mortíferas explosiones en el maratón de Boston, el día de ayer, son de fabricación cacera y estaban contenidas en ollas de presión de 6 litros ocultas en unas bolsas de lona, dijo una persona no identificada pero que participa de la investigación a la agencia de noticias Associated Press.

Una de las ollas contenía fragmentos y bolas metálicas y la otra tenía clavos, dijo la fuente.

El FBI hizo un llamado para que cualquier persona que tuviera video, fotografías o cualquier otro elemento que pudiera ser sospechoso lo entregue a los agentes de la policía y ayudar a encontrar al responsable del fatal ataque.

Las autoridades allanaron un apartamento en la zona de Revere, Massachusetts, en busca de pistas relacionadas con el atentado explosivo del lunes en el Maratón de Boston que dejó tres muertos, incluyendo un niño de 8 años, y 176 heridos.

El niño fallecido fue identificado como Martin Richard, cuyo padre, un líder comunitario del barrio de Ashmont en Dorchester, participaba en la competencia. Su madre sufrió heridas en la cabeza y su hermana sufrió la amputación de una pierna.

«Esta es una investigación en proceso, buscamos a los responsables y las pistas que nos indiquen las razones de este atentado», dijo la fiscal Carmen Ortíz, una de las autoridades que participan en la investigación.

Inicialmente algunos medios reportaron que la policía había identificado a una persona originaria de Arabia Saudita como persona de interés. Pero la saudita, quien resutó herida y está en un hospital, es una estudiante universitario que aparentemente está cooperando con el FBI.

Según los reportes, la mujer fue detenida por la gente cuando corría huyendo del lugar de la explosión, aunque aparentemente lo hacía por miedo, como los demás.

La investigación ha sido asumida por el FBI, cuyos agentes buscaban identificar las características especiales de las bombas que explotaron ayer cuando terminaba la competencia. La idea es encontrar los materiales con los que fueron hechas las bombas, su potencia y la forma en que fueron ensambladas, que permitan identificar al o los autores.

Para ello, la zona de las explosiones en el centro de Boston permanece cerrada por la policía y seguramente continuará así por varios días.

Los investigadores dijeron que solo dos bombas explotaron y otros dos paquetes sospechosos que fueron encontrados en las cercanías no tenían explosivos.

Las dos explosiones cerca de la meta de llegada de la maratón tuvieron lugar con 10 segundos de diferencia y a 90 metros una de la otra, y lanzaron al suelo a espectadores y atletas.

La policía hizo un llamado a quienes tengan fotos o videos de las explosiones, antes y después de las mismas, para su análisis.

Uno de los hospitales consultados dijo haber recibido heridos de todas las edades. El menor tenía 3 años de edad y el mayor, 62. La mayoría de las heridas eran daños en los tímpanos, heridas serias en las extremidades y en la cabeza. Algunas de las víctimas también presentaban quemaduras. 17 de los heridos están en condición crítica, mientras se contabilizan al menos 7 menores de edad entre los heridos.

Por el momento nadie ha asumido responsabilidad del atentado, aunque las especulaciones abundan sobre la coincidencia de otros atentados y hechos violentos de origen doméstico alrededor de esta fecha.

El 19 de abril de 1993 terminó el asedio de dos meses a un rancho de Cristianos Davidianos en Waco, Texas, en el que murieron 76 personas cuando las autoridades federales atacaron el complejo manejado por el líder de la secta, David Koresh.

Dos años más tarden en esa misma fecha, una explosión derrumbó el edificio gubernamental Alfred P. Murrah en la Ciudad de Oklahoma, en el que murieron 168 personas.

El responsable de la explosión, Timothy McVeigh, detenido 90 minutos después de la explosión, asumió la responsabilidad citando su odio al gobierno por la “masacre” de Waco». McVeigh fue sentenciado a la pena de muerte y ejecutado el 11 junio de 2001.

En todo caso, como dijo el agente especial del FBI a cargo de la investigación, Richard DesLauriers, «esta va a ser una investigación a nivel mundial e iremos hasta el fin del mundo hasta encontrar a los responsables».

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