La discreta visita del Nobel Coetzee a Bogotá

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Por Carlos Obregón
Está de visita en Colombia, por primera vez, John Maxwell Coetzee, premio Nobel de Literatura 2003. Sobre él es muy poco lo que se sabe, y menos aún sobre su abundante trabajo de novelas y ensayos.

Aunque todos están de acuerdo en que es un excelente escritor –Carlos Fuentes lo llamó “el escritor de los escritores”–, nadie se pone de acuerdo en cómo se pronuncia su apellido. En el auditorio del teatro México, en Bogotá, se oyó mencionar J.M. Cótze, señor Cotsí, el nobel Cotzé, etc, pero él sacó a todos de dudas: Kuut – see. Apellido de origen holandés.

Discreto, retraído y poco dado a la figuración, lo único que pidió fue que lo llevaran a conocer un pueblo cercano a Bogotá para disfrutar del paisaje –visitó Tenjo– y que le programaran un recorrido por un par de museos –el del Oro y el Nacional—No se dejó ver de los medios, a los que les tiene pánico, y su contacto con estudiantes y académicos solo será este miércoles 10 de abril en la Universidad Central.

La historia de su visita a Colombia es todo un pasaje literario. La hija de un escritor colombiano, Isaías Peña Gutiérrez, dura tiempo buscándolo en la Universidad de Adelaida (Australia), donde es profesor, para que le dé un autógrafo en uno de sus libros. Támara quiere darle de regalo a su padre uno de los libros del Nobel, “Juventud”. Ante el intento fallido, recurre al correo electrónico del escritor sudafricano. No hay forma de una cita personal, pero éste responde que le deje el libro en el casillero de la Universidad. Y firma.

Dos años después, Peña Gutiérrez viaja a Australia al grado de su hija y se arriesga a ir a buscar una cita con Coetzee. Le escribe un correo para buscar la cita. Lleva libros y ensayos producidos sobre la obra del Nobel y un paquete de café de Colombia. Peña es uno de los que más conoce la trayectoria literaria del africano .

Coetzee no solo recibe a la familia colombiana sino que acepta venir a Colombia con la condición de que sea en un ambiente universitario, con escritores, como en la Universidad Central. Antes había dicho no a los organizadores del festival de poesía de Medellín. Ese es su talante: no acepta ir a ferias de libros ni a festivales literarios.

Ciertamente. Libros este autor: Contra la Censura, Fo, Infancia, Juventud, Verano, Desgracia (“Book Prize”), Diario de un mal año, El maestro de Petersburgo (aproximación a la vida de Dostoievski) y Esperando a los bárbaros.

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