La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, bromeó este miércoles con la prensa tras encontrarse con el Papa Francisco en el Vaticano al afirmar que el Papa es argentino pero que Dios es brasileño.
«Tienes mucha suerte porque es un gran Papa, pero como nuestra gente siempre dice, el Papa será argentino, pero Dios es brasileño», respondió Rousseff a los periodistas de Argentina que le preguntaban sobre qué opinaba de que Francisco fuera de este país latinoamericano.
La reunión entre el Papa Francisco y la presidente de Brasil duró cera de 30 minutos, se realizó en la biblioteca del Palacio Apostólico y allí la mandataria se detuvo algunos instantes con la prensa para entregar sus apreciaciones.
La presidenta brasileña es la segunda jefe de Estado que se reúne con el pontífice, después de que el pasado lunes éste recibiese a la presidenta de Argentina, Christina Fernández.
Rousseff se mostró muy satisfecha de este encuentro con el Papa Francisco y aseguró que este se mostró entusiasmado por el viaje que realizará a Río de Janeiro en julio de este año para participar en la Jornada Mundial de la Juventud y que le aseguró que visitará el Santuario de Nuestra Señora de la Aparecida en Sao Paulo.
Sobre sus impresiones tras conocer a Francisco, la presidenta afirmó que es una persona muy carismática y destacó sobre todo su gran compromiso con los pobres, también su modestia y bromeó sobre que Francisco habla una mezcla particular entre español y portugues conocida como «portuñol», pero que entiende perfectamente el portugués y no hizo falta un traductor.