Santos se prepara para el segundo

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“Dejaré el gobierno cuando Colombia pueda decir: tenemos paz”. Con esas palabras el presidente Juan Manuel Santos puso fin a su intervención en Pereira el pasado miércoles, a donde asistió para explicarles a los cafeteros las medidas que había adoptado para conjurar el paro que por varios días azotó al Eje Cafetero.

Quienes conocen a Santos, que no son tantos como se cree, sostienen que la frase es el pistoletazo de su campaña por la reelección. Y quienes no conocen a Santos, que son muchos más de los que se cree, consideran que, en efecto, Santos está en campaña y que para un buen entendedor pocas palabras son suficientes.

Si Santos piensa que dejará el gobierno solo cuando alcance la paz, entonces quiere decir que tendremos Presidente-candidato en 2014, pues ni en la cabeza del más optimista de los colombianos cabe que Gobierno y Farc firmen un acuerdo de paz antes de que Santos decida, oficialmente, lanzarse a la Presidencia de la República para un segundo mandato. Los tiempos no cuadran. Y como quienes conocen a Santos también sostienen que no le gusta las tareas a medias y que siempre concluye lo que comienza, entonces habría que pensar que la tarea de la paz no solo está a medio hacer, sino que está lejos de ser terminada.

Solo hay que mirar el primer punto de la agenda -uso y propiedad de la tierra- para saber que las partes mantienen serias diferencias y que estamos lejos de presenciar la ‘fumata blanca’ en La Habana. Faltan todavía: garantías políticas para quienes se desmovilicen, narcotráfico, secuestro, reclutamiento de menores, para solo hablar de algunos de los temas que comprometen directamente a las Farc.

Justo, Moderno y Social (JMS) = Juan Manuel Santos (JMS)

El nuevo eslogan del Gobierno para rematar mandato, adoptado después de la cumbre del Presidente Santos con sus ministros en la hacienda ‘Hato Grande’, de Sopó, Cundinamarca, es el de “Justo, Moderno y Social (JMS)”, que viene a ser la continuidad del que primó durante los primeros años, que fue el de “Prosperidad para todos” y que, a su vez, se interpretó como la continuidad del famoso “Seguridad Democrática” que rigió durante los ocho años del gobierno de Álvaro Uribe. El Presidente le apunta, pues, a desmarcarse por completo de Uribe y aspira a dejar huellas en un terreno en el que todavía no hay resultados concretos: Justicia, Modernidad y Equidad Social.

En materia de Justicia, por ejemplo, es bien sabido el final que tuvo la tristemente célebre reforma estructural que naufragó en el Congreso de la República, cuando tenía más ‘micos’ que incisos y que terminó costándole la cabeza al ministro Juan Carlos Esguerra. La gran apuesta de Santos en materia social fue, sin duda, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, iniciativa que alcanzó a ilusionar a cientos de miles de familias desplazadas por la guerra, quienes han visto pasar el tiempo sin que logren cumplir su sueño de volver a su terruño. En la Región Caribe han denunciado la existencia de grupos armados ilegales que se han constituido para evitar que haya restitución de tierras y el Gobierno no ha dado respuestas contundentes a esas denuncias.

¿Llegó la hora de cambiar ministros?

El senador Armando Benedetti, que suele estar bastante bien informado sobre todo lo que sucede en la Casa de Nariño y que en más de una ocasión a ‘chiviado’ a sus colegas periodistas, sorprendió al país cuando, luego de la cumbre de ‘Hato Grande’, tuiteó que el Presidente tomó la decisión de hacer cambios en su gabinete y que los mismos incluían las carteras del Interior y de Justicia. Hablé con varios congresistas, quienes sostienen que, en efecto, el Presidente tiene pensado mover las fichas pero que no quiere producir traumatismos.

Los movimientos incluirían el paso de Fernando Carrillo a la cartera de Justicia y la llegada a la del Interior de Aurelio Iragorri, exviceministro del Interior y actual Alto Consejero Político del Gobierno, quien mantiene muy buenas relaciones con la clase política, especialmente congresistas a quienes conoce desde hace muchos años, pues es hijo de uno de los senadores más veteranos, el caucano Aurelio Iragorri Hormaza. La gran pregunta es qué pasará con Juan Camilo Restrepo, quien ‘salió golpeado de un ala’ del paro cafetero, pero que aún mantiene el respaldo del conservatismo, aunque los gremios lo quieren cada día menos.

Santos prepara su equipo de campaña

En la conformación del que será el equipo de campaña por el segundo mandato de Santos, empiezan a posicionarse algunos nombres que estarán en primera fila a la hora de prender motores. Entre ellos se destacan Alejandro Char, quien como Alto Consejero para las Regiones, cargo al que acaba de renunciar, logró ganarse la confianza tanto del Presidente como de alcaldes y gobernadores. Su sucesor es Juan Carlos Mira, quien deja la Secretaría Privada de la Casa de Nariño para comenzar a entenderse con las administraciones departamentales y municipales.

Otros protagonistas de primer nivel del ‘equipo de campaña’ serían Miguel y Gabriel Silva. El primero acaba de asumir funciones como estratega de comunicaciones de Palacio y será la persona encargada de echar línea en lo que tiene que ver con el nuevo mensaje presidencial. Gabriel, que es uno de los grandes amigos del Presidente, ha asumido desde las páginas editoriales de ‘El Tiempo’ el rol de escudero, una especie de Dartagnan en tiempos de Samper. Es decir, el gran defensor del Gobierno.

La importancia de llamarse Germán Vargas Lleras

En caso de que Juan Manuel Santos decida no postularse para un segundo período -escenario que aún sigue siendo lejano- la primera carta que tiene el Presidente para jugar es la de su ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, quien descartó volver al Senado. Es decir, el Ministro considera que ese curso no solo ya lo hizo sino que lo aprobó con aclamación, pues durante su paso por el Parlamento logró convertirse en una de las figuras más representativas del Legislativo. Cancelada la opción de volver al Congreso, al Ministro solo le quedan dos cartas por jugar: aspirar a la Presidencia de la República, o ser Jefe de Debate o fórmula vicepresidencial de Santos. Vargas Lleras ha dicho en todos los tonos y de todas las formas que solo será candidato presidencial si Santos no aspira, algo que Santos hasta ahora no solo no ha descartado, sino que está haciendo todos los movimientos para aspirar. Pensar en un escenario donde Vargas Lleras se enfrente a Santos es muy poco probable, aunque en política lo único cierto es lo que ya pasó.

Para Vargas Lleras, sin duda, resulta más tentador ser vicepresidente que volver a ser senador, aunque ello hubiese tenido la motivación de enfrentarse a Álvaro Uribe, su mayor contradictor político en la actualidad. El nombre de Vargas Lleras le sumaría una buena cantidad de votos a un gobierno que se descolgó en las encuestas y sería una muestra de lealtad que Santos agradecería por siempre. De cualquier manera, el Ministro de Vivienda será protagonista de la campaña presidencial del próximo año.

Análisis
Óscar Montes
La Ley del ‘Montes’
@leydelmontes

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