El reconocido intérprete de música popular, Juan Gabriel González, más conocido como El Charrito Negro, junto con su esposa y sus hijos, tuvieron que abandonar la ciudad de Tuluá en las últimas horas por amenazas en contra de sus vidas.
Miembros de una presunta banda criminal amenazaron al cantante a través de llamadas telefónicas, panfletos y sufragios que le dejaban en su casa y en su finca, ubicada en el corregimiento de Tres Esquinas, pues pretendían que les pagara $50 millones.
Según El Charrito Negro, el acoso por parte de los delincuentes lo estaba sufriendo desde septiembre del año pasado, por lo que denunció esta situación al Gaula de la Policía.