Paro de cafeteros jaquea al Gobierno de Santos

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Reuters. El gobierno de Juan Manuel Santos se encuentra en uno de sus puntos más conflictivos. Este miércoles, se cumple la tercera jornada de paro de cafeteros, con un cese de actividades por tiempo indefinido en reclamo por la crisis que atraviesa el sector.

Los productores de café, el principal cultivo del país, reportan que en los últimos días el valor de cada carga no superó los 515.000 pesos (285 dólares), mientras que el costo de producción es de $700.000 (US$ 388).

A esto se suman las temporadas de intensas lluvias desde 2010 y las plagas de roya y araña roja en las plantas, que han empobrecido paulatinamente a los caficultores y han reducido drásticamente el nivel de producción.

La situación se ha ido crispando. Los cultivadores reclaman un precio justo del café y precios más bajos para los abonos y pesticidas, así como medidas más flexibles ante los embargos que han empezado a sufrir algunos propietarios en quiebra.

Desde el Gobierno se han defendido, alegando que se han entregado créditos y que se han atendido los reclamos. Santos calificó, incluso, a las manifestaciones de “inconvenientes, innecesarias e injustas”.

Los cafeteros están disconformes con la acción del Estado y, desde el lunes, cumplen a rajatabla con el paro por tiempo indeterminado. Los organizadores de la convocatoria sostuvieron que el acatamiento de los trabajadores del sector ha sido alto.

Las protestas fueron convocadas por el Movimiento por la Defensa y la Dignidad de los Cafeteros de Colombia en 32 municipios del país, en los que «reinó la tranquilidad en la mayor parte de los casos», de acuerdo con el coordinador de la iniciativa, Óscar Gutiérrez. Sin embargo, el lunes hubo unos 60 heridos en incidentes con las autoridades policiales.

Transportistas y cosecheros de cacao decidieron plegarse este miércoles a las movilizaciones de los caficultores en busca de reivindicaciones sociales, precios justos por su trabajo y mejoras en su calidad de vida, según expresaron voceros del sector. Los indígenas y los campesinos también se sumaron.

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“El hecho de que campesinos, indígenas y empresarios, con un respaldo ciudadano inmenso de comerciantes, transportadores, concejales, diputados y alcaldes, salgan a hacer una protesta es porque hay una crisis supremamente grave”, aseguró el diputado Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, a la revista colombiana Semana.

Santos no está en su mejor momento. Después de tres días de paros, todavía sigue sin encontrar un punto de equilibrio en el enfrentamiento con los cafeteros. Anunció la creación de una comisión «independiente y plural» para reformar el sector. Pero esto dará respuesta en el mediano plazo y los productores reclaman ayuda también en el corto plazo.

Pero, además, Santos se encuentra ante un incipiente conflicto minero: desde hace 20 días que está suspendido el trabajo de la compañía Anla con la Drummond, mientras que el Cerrejón se mantiene en huelga. Esto representa pérdidas de 5.400 millones de pesos colombianos por día (US$ 300.000), de acuerdo con un artículo del diario La República. Asimismo, la industria está paralizada.

La imagen del mandatario de Colombia está en picada. Según la encuestadora Gallup, la percepción negativa de Santos subió al 47 por ciento. La positiva, en cambio, bajó al 44 por ciento. Hace dos meses, el gobernante tenía el 53% de imagen positiva y el 39% negativa.

Las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pese a la ambición de dar fin al conflicto armado que afecta a decenas de miles de personas desde hace medio siglo, han empeorado la visión sobre Santos. El 67% no apoya su accionar al respecto.

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